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 domingo, 12 de diciembre de 2004  
Irá a la cárcel quien haga cacerolazos contra Chávez
También se aumentaron las sanciones a periodistas

Caracas. - Los venezolanos que hagan o participen en "cacerolazos" pueden pasar hasta tres meses en la cárcel, y los que escriban o expresen "injurias" de seis meses a un año, de acuerdo con la reforma del Código Penal que aprobó el Congreso, dominado por el oficialismo. Los "cacerolazos" son una forma característica de protesta pacífica de la clase media venezolana contra el presidente Hugo Chávez. En cuanto a las penas por injurias apuntan explícitamente contra la prensa independiente, mayoritariamente opositora al presidente venezolano.

La bancada oficialista, que controla 53% de la Asamblea Nacional, sancionó la modificación de 38 de los 548 artículos que integran el Código Penal, el que ya había sido objeto de reformas hace sólo cuatro años. Las nuevas reformas podrían entrar en vigencia la próxima semana luego que Chávez ordene su publicación en la Gaceta Oficial.

Entre las modificación más relevantes está la del artículo que se refiere al delito de "difamación", en el que se elevó la pena de cárcel de uno a cuatro años. También se incrementó el tiempo de cárcel por el delito de injuria, y se ubicó entre 6 meses y un año. Hasta ahora sólo preveía una sanción de arresto de 8 días.

De igual forma se estableció que todo el que realice protestas con "gritos, vociferaciones o instrumentos sonoros", conocidas como "cacerolazos", será castigado con un arresto entre uno y tres meses.

En contraste, en el caso de los hurtos se otorgó el beneficio de reducción de pena para las personas que demuestren que robaron alimentos o medicamentos por razones de "extrema necesidad".

"Aquí lo que hay es la intención de normar el comportamiento de algunos miembros de la sociedad con respecto a otras personas", señaló el diputado oficialista Ricardo Sanguino al justificar la sanción penal que se impuso a los "cacerolazos". Explicó que se decidió incluir esa normativa para detener los actos de repudio espontáneo han sufrido últimamente algunos dirigentes oficialistas cuando van a un centro comercial, restaurante o viajan en un vuelo comercial. Sanguino negó que la reforma pretenda limitar el derecho a opinar o la disidencia. Sin embargo, en ningún otro país democrático se castiga penalmente a manifestaciones de protesta pacífica como son los cacerolazos.

El ministro de Información, Andrés Izarra argumentó por su parte que el aumento de las penas en los casos de injuria y difamación responden al "abuso" que han cometido "algunos periodistas" y "medios privados de comunicación que ha difamado, insultado, injuriado a muchas personas de manera sistemática".

La reforma del Código Penal se da en medio de la polémica generada por la reciente aprobación de la ley que regula la programación en radio y televisión, que fue duramente criticada por opositores, organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Sociedad Interamericana de Prensa y el Departamento de Estado de Estados Unidos, que señalaron que limita la libertad de expresión. (AP)
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