| miércoles, 01 de diciembre de 2004 | Una asamblea gremial terminó a las trompadas Casilda.- El gremialista Nicasio Pierotti fue ferozmente golpeado por trabajadores que concurrieron a una asamblea convocada por la delegación casildense de la vieja Federación de la Carne para elegir congresales. El episodio también dejó como saldo roturas en el local de San Lorenzo al 2400, y las consecuencias podrían haber sido mayores si no hubiera intervenido la policía.
La agresión sobrevino por una discusión de algunos obreros, ahora nucleados en otro sindicato, y los organizadores del encuentro, a quienes criticaron por "falta de representatividad".
Quienes convocaron a la asamblea son opositores a la nueva entidad casildense que lidera Sixto Vallejos. "Los trabajadores siguen siendo afiliados a la vieja Federación de la Carne y tienen derecho a participar de las asambleas", sostuvo el gremialista al justificar la presencia en la asamblea de los obreros que agredieron a los organizadores.
Vallejos, quien no asistió al encuentro, explicó que "Casilda ya tiene dos congresales en la vieja Federación que seguirán en funciones hasta que el Ministerio de Trabajo resuelva su desafectación a esa entidad". Y en esa misma línea dijo: "Cuando eso ocurra tanto ellos como el resto de los afiliados al sindicato casildense empezarán a aportar a la nueva Federación de la Carne", que fue creada por diferencias con la conducción del gremio madre.
"Seguramente pensaron que iban a estar ellos solos para elegir congresales, pero se encontraron con la sorpresa de que nuestros afiliados fueron masivamente y los sacaron a patadas para que no sigan arrogándose una representación que no tienen", concluyó.
Por su parte Pierotti responsabilizó a Vallejos de haber incitado a los trabajadores que protagonizaron los incidentes. "Por qué en vez de haber motivado a toda su gente desde el sindicato no vino él a dar la cara", preguntó. "Nosotros éramos sólo cuatro y de repente aparecieron en el local unas treinta personas en total estado de ebriedad. Tengo golpes de palos y cadenas por todo el cuerpo y si hubiese caído al piso me hubiesen matado. No soy un mercenario ni vengo a aprovecharme de los obreros sino a dignificarlos", aseguró. enviar nota por e-mail | | |