| miércoles, 01 de diciembre de 2004 | Armado y en silla de ruedas ayudó a robar El muchacho tiene 25 años y hace dos años quedó parapléjico al ser baleado en un hecho que la policía catalogó como "venganza". Pero desplazarse en una silla de ruedas no fue un impedimento para este joven que siguió vinculado al mundillo del delito. Ayer lo apresaron en la zona oeste de la ciudad, donde actuó como cómplice de otro hampón para asaltar a un vendedor ambulante.
Según relató una fuente policial, cerca de las 11.50 de ayer Carlos Fabián Benítez, de 27 años, vendía productos alimenticios por Rueda al 4000 cuando fue emboscado por un hombre vestido con un short blanco. El sujeto lo apuntó con un arma de fuego que un momento antes le había entregado un muchacho que se movilizaba en una silla de ruedas y observaba la escena desde un pasillo de la villa en la zona.
El ladrón le robó 10 pesos a Benítez y desapareció corriendo. El vendedor se marchó, pero antes divisó a su cómplice, el muchacho imposibilitado de caminar, enfundado en una remera azul y un jogging gris, y con su pierna izquierda enyesada.
Después dio aviso a una patrulla del Comando Radioeléctrico, y los efectivos de esa fuerza de calle apresaron al joven que se movilizaba en la silla de ruedas. A Miguel Angel Barrios los policías le secuestraron un revólver calibre 32 largo que escondía debajo de su cuerpo y que estaba oculto por una almohada de color azul.
El vocero policial consultado señaló que, antes de recibir el balazo en la columna que lo dejó inválido, Barrios cometió ocho robos.
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