| miércoles, 01 de diciembre de 2004 | Copa Davis: España y EEUU hablan de oportunidad y desafío España y Estados Unidos descubrieron ayer sus primeras cartas para la final de la Copa Davis de tenis que dirimirán en Sevilla a partir del viernes: para los locales se trata de "una oportunidad" y para los visitantes es "un desafío".
Los españoles parten como favoritos por jugar en su superficie preferida, la arcilla, y con el apoyo de la casi totalidad de los 26.600 espectadores que se darán cita en el estadio de La Cartuja, adaptado especialmente para la ocasión.
"Somos conscientes de que tenemos una oportunidad muy buena y vamos a tratar de aprovecharla", aseguró ayer Carlos Moyá, que describió como "muy motivado" al equipo español.
El mallorquín es pieza segura en los individuales, y a su lado debería estar Juan Carlos Ferrero, también campeón de Roland Garros y que puede maquillar con la Davis un año negro. "Para mí es muy importante estar en la Davis y ayudar a que el equipo pueda ganar la copa".
Ferrero es el único de todos los tenistas que sabe lo que es ganar la Davis, pues fue clave en la victoria de España en Barcelona en 2000. Además, superará al mítico Manuel Santana como el español con más finales disputadas, pues también estuvo el año pasado en la derrota en Melbourne ante Australia.
"Hay que jugar sin nervios y sin presión", advirtió desde la experiencia.
Jordi Arrese, que actuará como cabeza visible del trío de capitanes españoles, puso el toque de humor ayer al describir las ganas que tiene de ganar: "Lo daría todo excepto a mi mujer".
Pese al optimismo, todos los españoles coincidieron en advertir al público español contra la euforia: "Los estadounidenses vienen con muchas ganas".
En su comparecencia ante la prensa, los Roddick, Fish y compañía no desmintieron a sus colegas españoles. "Es un gran desafío, pero nos sentimos muy bien físicamente y al completo", aseguró su capitán Patrick McEnroe.
Arrese concedió cierta ventaja a España si los partidos se alargan, pero McEnroe disintió. "Estamos preparados para ello", aseguró sin dudas.
El capitán estadounidense dejó claro también que en su memoria ya no existe el 5-0 que España le endosó en las semifinales de 2000 en Santander. "Este es un equipo diferente al de entonces", sentenció.
Entre los jugadores del equipo visitante, Andy Roddick, número dos del mundo, fue el que acaparó más atenciones. El de Nebraska dio su cara más amable: "Me sentiré empequeñecido al jugar ante tanta gente, pero yo y todo el equipo estamos esperando esto hace mucho tiempo".
Roddick aseguró ser consciente de sus limitaciones sobre la arcilla preparada por los españoles, la peor superficie para su juego. "Sé que tengo que jugar con más paciencia, pero sin olvidar mis golpes".
Mientras los equipos van descubriendo sus sensaciones en vísperas de la final, quien ya se frota las manos es el ayuntamiento de Sevilla, que ayer cifró en 22,5 millones de euros (casi 30 millones de dólares al cambio actual) el impacto económico del evento en la ciudad. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Carlos Moyá y Tommy Robredo durante el entrenamiento. | | |