| viernes, 26 de noviembre de 2004 | Homicidio en Córdoba No reconocieron al rosarino preso por un crimen Los familiares de Héctor Corradini, asesinado en 1998, no pudieron identificar a Domingo Antonio Romano Domingo Antonio Romano, un comerciante rosarino que fue detenido la semana pasada en un pequeño minimercado de la zona oeste de la ciudad por el crimen de un panadero cordobés, no fue reconocido ayer en una rueda de presos por los familiares del comerciante asesinado.
Desde un principio, Romano negó su participación en el crimen, a tal punto que dijo no conocer la ciudad de Córdoba. Sin embargo, para los investigadores del asesinato con tinte mafioso del panadero Héctor Corradini, el comerciante rosarino fue sindicado como quien gatilló el arma que dio muerte a la víctima.
La investigación de este sonado caso es llevada adelante por la fiscal Liliana Sánchez, quién ayer confirmó que no hubo reconocimiento de parte de los familiares en la rueda de presos, por lo que no descartó que en las próximas horas se disponga la libertad de Romano.
El homicidio del panadero, ocurrido en noviembre de 1998, alcanzó notoriedad a partir de que la víctima, además del comercio que tenía en el barrio Los Naranjos de la capital mediterránea, era titular de la cooperadora policial del precinto (seccional) 36, en la que se habrían producido serias irregularidades que Corradini se aprestaba a denunciar.
Esa fue siempre la hipótesis que manejó la familia del panadero, que la noche del 16 de noviembre de 1998 fue llevado desde su domicilio por dos o tres personas y a bordo de su propio auto con destino incierto. También, aseguraron los familiares, los delincuentes serían conocidos de Corradini ya que no solo los hizo pasar a su vivienda sino que también los convidó con café.
Horas más tarde, el panadero apareció muerto a unas 20 cuadras de su casa. Tenía las manos esposadas, tres balazos en la cabeza y aún estaba en el interior de su vehículo.
Una segunda hipótesis sostenía que Corradini tenía una deuda de 180 mil dólares con un grupo de policías vinculados al contrabando y la piratería del asfalto con base de operaciones en Córdoba.
Una banda compleja Lo cierto es que Romano cayó el jueves de la semana pasada en un minimercado que atendía en Mendoza al 7000. Hasta allí, y después de un seguimiento que empezó a mediados de agosto último, llegaron los pesquisas de la Brigada de Homicidios rosarina junto a sus pares de la División Antisecuestros cordobesa. Fue precisamente un hombre de esa fuerza mediterránea la que le aseguró a La Capital que "esta es una banda muy compleja que tiene ramificaciones con los servicios de inteligencia de Córdoba, tanto del Gobierno como de los militares. A tal punto que el ex agente Hugo Síntora, quien está siendo juzgado por el crimen del senador provincial Regino Maders, es sindicado como quien extorsionaba a la viuda del panadero Corradini".
Además del rosarino Romano, en el causa se encuentra detenido un conocido delincuente llamado Víctor Mandrake Quinteros, quién habría sido uno de los que ingresaron a la casa del panadero y se lo llevaron en su auto. También están presos el entonces comisario del precinto 36, Oscar Reynaldo Aguilar; y el sargento Juan Domingo Barrionuevo, que se desempeñaba también en esa dependencia policial, de cuya cooperadora era titular Corradini.
Corradini fue asesinado con un revólver calibre 32 que fue "sacado" de un depósito del precinto 36, cuya custodia estaba a cargo de Aguilar. Respecto de Síntora, la fiscal Sánchez lo ha involucrado como presunto "extorsionador" de la viuda de Corradini, Mercedes Segalá. El ex policía cordobés está siendo juzgado en estos días como supuesto "coautor de homicidio agravado, con promesa de pago", por el asesinato del senador provincial Regino Maders. enviar nota por e-mail | | |