| viernes, 26 de noviembre de 2004 | Basura: no aprendemos más En la medianoche del miércoles 17 del corriente, la noche de los fuegos artificiales, tuve la oportunidad de recorrer la costa en lo que va del Monumento a la Bandera hasta avenida Francia y pude apreciar un lamentable escenario. Toda la zona que fue utilizada para visualizar el evento, todas nuestras zonas parquizadas visiblemente sucias, con bolsas, botellas, papeles y residuos varios. A esta altura y luego de una intensa campaña del municipio (más publicitaria que efectista) de concientización sobre el tema, debo concluir que al rosarino medio definitivamente le encanta vivir entre la suciedad. De lo contrario no puedo entender que no se pueda disfrutar del espacio público dejándolo en el mismo estado que se lo encuentra. No puedo entender que nos cueste tanto llevarnos nuestros residuos y no dejarlos en un parque. ¿Acaso nos gusta llegar a un espacio público y encontrarlo regado de bolsas y botellas? No. Definitivamente no. Entonces, ¿por qué no nos respetamos a nosotros mismos? ¿Por qué nos quedamos cruzados de brazos cuando vemos que alguien no nos respeta y se va dejando toda su suciedad en el espacio de todos?
Marcelo Acero, DNI 18.312.929
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