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 domingo, 21 de noviembre de 2004  
Habrían matado a una chica por un celular
Es la hipótesis policial tras la detención de un joven por el crimen de Daniela Ibarra, ocurrido hace 20 días

La disputa por un teléfono celular robado habría sido el detonante de una pelea que terminó con el crimen de Daniela Ibarra, de 23 años, ocurrido el 2 de noviembre pasado en la villa de Cepeda al 3800. Por este hecho, efectivos de la Brigada de Homicidios y la seccional 16ª detuvieron a un muchacho de 24 años, integrante de la barra brava de Rosario Central, que fue señalado por testigos de haber estado en el lugar del hecho.

Los investigadores aún no tienen determinado qué rol tuvo Darío Smith, el muchacho que fue detenido ayer en bulevar Seguí 50 bis. "Hay testimonios que lo ubican con su moto importada en el lugar del hecho. No sabemos aún si fue instigador, cómplice o autor material. El juez Carlos Carbone lo indagará el lunes", comentó un vocero ligado a la investigación.


Una pelea entre mujeres
Daniela Ibarra murió el segundo día de este mes al protagonizar una pelea, de la que participaron al menos dos mujeres, en la puerta de su casa. Para los detectives de Homicidios y de la seccional del barrio el caso es confuso porque aún no se pudo determinar cómo comenzó todo. Lo cierto es que la chica de 23 años, embarazada de un mes y medio, recibió un balazo en el abdomen y murió horas después de ingresar al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez.

"Es un caso que tiene a muchos involucrados, con los cuales es muy difícil dar. La versión que tenemos es que todo habría comenzado por el robo de un teléfono celular, que le imputaban a la víctima", manifestó un investigador. "Después no sabemos qué pasó.

Cuando la policía llegó al lugar, el marido de Ibarra entregó un revólver 32, que resultó ser el arma homicida, pero no pudo dar precisiones de lo ocurrido porque no presenció el ataque, sino que escuchó el disparo y al salir a la calle se encontró con Daniela herida de bala".

La policía sigue la hipótesis de que el crimen habría estado motivado por ajuste de cuenta. La víctima había salido en libertad luego de estar presa en la Alcaidía de Mujeres acusada de robo. Su pareja también tuvo problemas con la ley.
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