| domingo, 21 de noviembre de 2004 | Inferiores: La séptima de Boca privó a Central de salir campeona Los canallas deberán vencer a Banfield para lograr el título Mariano Bereznicki / La Capital No pudo ser. Y eso que buscó por aire y tierra. Pero terminó con las manos vacías y con una gran desazón porque Boca, en una de las pocas situaciones que tuvo, no lo perdonó. Y en consecuencia, la 7ª de Central, que sigue liderando el torneo, cayó por la mínima diferencia ante su propia gente, que había colmado la tribuna del Pozo en la ciudad deportiva porque ayer los auriazules podían dar la vuelta olímpica. Con este marcador, los canallas deberán vencer en la próxima fecha, que será la última, a Banfield para poder quedarse con el cetro de la divisional.
Estaba todo preparado para festejar. Una lluvia de coloridos papelitos y un ruidoso recibimiento acompañó la salida a la cancha al equipo que dirige el Topo Riquelme. Es más, hasta hubo algunos altos directivos canallas que no quisieron perderse el trascendental encuentro.
Pero claro, en la cancha los canallas no pudieron volcar todo lo bueno que venían haciendo durante este torneo. Estaba a la vista que la presión los superaba. Porque más allá de que Central jugó casi todo el tiempo sobre el área xeneize, los que debían marcar la diferencia estaban muy erráticos.
Sobre todo en la línea del mediocampo, donde el volante central Carlos Paglialunga tuvo que lidiar prácticamente solo en la contención. Además, Gervasio Núñez y Emiliano Vecchio, acaso los que más saben con la bocha, estuvieron muy intermitentes. Y arriba, Milton Caraglio buscó y buscó por todos lo medios pero siempre chocó con la figura del buen arquero Criado, quien fue el verdadero artífice del resultado final porque le ahogó al canalla al menos siete ocasiones para nivelar las acciones.
En cuanto al cotejo en sí, el único tanto de la tarde lo marcó el delantero Nelson Leguizamón, quien aprovechó un error canalla, a los 27 minutos del primero período.
Aunque hasta el final, Central generó un sinfín de situaciones. Pero más allá de que buscó hasta el pitazo final por todos los medios llegar al empate, que inclusive le habría permitido salir campeón porque River perdió con Vélez, no hubo caso.
En consecuencia, los auriazules dejaron la cancha del Pozo con mucha impotencia. Claro, habían desperdiciado una gran chance para quedar en la historia de las inferiores.
Pero el sábado, estos mismos pibes que trabajan para llegar al profesionalismo tendrán la revancha. Y es ahí donde deberán vencer a Banfield para consolidarse como los mejores de la divisional y retornar con el cetro porque tiene con qué hacerlo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Caraglio se quedó con las ganas de convertir. | | |