Para Lifschitz, Rosario se siente feliz y orgullosa

"Rosario se siente orgullosa y feliz de haber oficiado de ciudad anfitriona". Con estas palabras el intendente Miguel Lifschitz se despidió ayer del III Congreso Internacional de la Lengua Española. Pero no lo hizo sin antes agradecer a todos los que "han colaborado para el éxito" de este evento y al "cálido y generoso pueblo de Rosario que puso lo mejor de sí y acompañó con entusiasmo esta aventura cultural".

El intendente arrancó su discurso de clausura recordando cuando hace ya más de un año se empezó "a soñar con la posibilidad de que la ciudad fuera elegida sede del congreso". Pero inmediatamente volvió al tiempo presente. "Hoy estamos aquí narrando la realización de ese sueño, despidiéndonos luego de cuatro días de debate, diálogo e intercambio", dijo.

"Rosario se alegra de haber cobijado bajo su cielo a todos los visitantes que hasta aquí han llegado y cálidamente les agradece que hayan contribuido a ayudarnos con su presencia para que nuestro sueño se cumpliera", expresó. Y finalmente señaló: "Ojalá este acercamiento que hemos vivido en estos días sirva para seguir impulsando nuevos desafíos".