"El paso siguiente es conseguir que el siglo XXI sea el siglo del español"

La política de expansión mundial de la lengua fue el eje de las intervenciones en la sesión de conclusiones

Las posibilidades de expansión de la lengua y la necesidad de certificar el conocimiento del español como lengua extranjera, tarea que se asigna el Instituto Cervantes, fueron ayer los temas más importantes de la sesión plenaria de conclusiones del III Congreso de la Lengua. Directivos del Instituto Cervantes anunciaron la realización del próximo Congreso y propusieron como meta conseguir que "el siglo XXI sea el siglo del español".

En la primera parte de la sesión, los coordinadores de las secciones del Congreso, José Moreno de Alba, Pedro Luis Barcia y Humberto López Morales, leyeron una reseña de las ponencias presentadas.

A continuación expuso Jorge Urrutia, director académico del Instituto Cervantes. Después de celebrar la organización del Congreso, citó "El idioma de los argentinos", de Jorge Luis Borges para reflexionar sobre la identidad y la globalización del español, el tema central de los debates.

"La globalización tiende a reducir el número de idiomas utilizable para los intercambios y, en ellos, busca la coartada para la simplificación al subrayar lo que hay de común y válido para todos. La generalización de los idiomas conduce a la anulación de las diferencias, a su neutralización", dijo.

En consecuencia, la difusión de la lengua debe ser conciliada "con el mantenimiento de aquellas particularidades no asistémicas que permiten a cada uno reconocerse en la lengua común".

Urrutia subrayó la importancia de certificar el conocimiento del español como lengua extranjera, tarea que reivindica "con espíritu de idioma compartido y construido por todos" el Instituto Cervantes. "Resulta preciso establecer en todos los lugares la posibilidad de conseguir un diploma panhispánico que atestigüe el conocimiento del español", para lo cual requirió la colaboración de los estados, las universidades y las empresas privadas.

"El nombre de Rosario quedará ya siempre unido al de nuestra lengua", dijo al iniciar su discurso el director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina."Los Congresos Internacionales se han convertido en la máxima expresión de que la política de la lengua es la más exitosa de cuantas llevamos a cabo en el mundo los países iberoamericanos" y señaló que el paso siguiente es "conseguir que el siglo XXI sea el siglo del español".

Molina reseñó los argumentos para alentar esa esperanza: el crecimiento demográfico de los hablantes, el hecho de que sea "una lengua sumamente homogénea y unitaria" y a la vez diversa y que sea el soporte de un excepcional acervo cultural. Extremo Oriente, Estados Unidos, Brasil y Europa son "las zonas prioritarias para que se expanda el español como lengua extranjera".

No obstante, advirtió que "para que se asiente como la indiscutible segunda lengua de comunicación internacional, resulta imprescindible que se convierta en indispensable medio de intercambio científico y económico, así como de comunicación".

Molina reseñó las actividades y los proyectos del Instituto Cervantes y se despidió anunciando que "el Congreso continuará en el Centro Virtual Cervantes en Internet, donde se podrán leer las ponencias que aquí se han presentado y donde habrá un foro abierto a todos".

La presentación de la reseña del congreso.