La Capital
edición especial
      viernes, 19 de noviembre de 2004  
Desde las sedes
De puño y letra
Capital de la lengua
El Congreso

El español como "un arma muy poderosa"

La globalización y expansión del idioma inglés, y su confrontación y complementación con el castellano volvió hoy a ser el eje del debate en el III Congreso Internacional de la Lengua Española, que se desarrolla en Rosario.

"La importancia del inglés es hoy de todo punto incomparable con la de ninguna otra lengua: no es que sea mayor, es que es de otro orden de magnitud. Eso puede gustarnos o no, pero es indiscutible", disparó el prestigioso escritor peruano Alfredo Bryce Echenique durante la mesa redonda sobre "Español internacional e internacionalización del español", que se celebró en el teatro El Círculo.

Pero, mucho más optimista, el historiador y literato mexicano Enrique Krauze aseguró que el español "podría ser un arma muy poderosa, que en el futuro no lejano podría influir de manera decisiva en la vida política de Estados Unidos y, por derivación natural, del mundo entero".

En una magnífica disertación que abrió esta mañana la actividad oficial del encuentro, Krauze se manifestó como un fuerte defensor de la convivencia entre el idioma de Cervantes y el de Shakespeare, especialmente en los Estados Unidos, y exhortó a la realización de productos culturales para sostener y ampliar la población hispana en Norteamérica.

"Piensen en los millones de nanas (niñeras) hispanas que cantan en español canciones de cuna y rondas infantiles a los hijos de norteamericanas que trabajan fuera de casa. Esos serán niños que tendrán al español por su segunda lengua materna. ¿Podemos evitar la pérdida a largo plazo de ese contingente de hispanohablantes? Por supuesto que sí podemos, pero tendríamos que abandonar nuestra proverbial pasividad y actuar como conquistadores culturales en ese mercado", resaltó.

Durante su ponencia, Echenique explicó que "actualmente, a medida que avanza la globalización, se va imponiendo por doquier la fuente neologística inglesa. Pero no siempre se ha empleado el neologismo a ultranza, ni siquiera el procedente del inglés, tan omnipresente en la vida de hoy. Por ejemplo, en España no se ha impuesto la unanimidad en torno a computadora (del inglés computer) sino que se ha preferido ordenador (del francés ordinateur)".

"En cualquier caso -consideró- la creciente unificación internacional del lenguaje es un hecho, y es grande su intensidad y rapidez. Claro que esta última, la moderna celeridad de exportación de neologismos y la prontitud de su adopción, también constituye un fenómeno ambiguo: esa misma celeridad puede imponer una vida fugaz a la palabra".

Asimismo, observó que "ni siquiera está claro que la expansión global de un idioma sea siempre beneficiosa para la cultura correspondiente. Los filólogos españoles ya no hablan casi de la fragmentación lingüística del castellano, pero los estudiosos del inglés cada vez se refieren más al riesgo de ver su lengua reducida a un basic English para que pueda cumplir con su papel mundial".

Juan Luis Cebrián, periodista español e integrante de la Real Academia Española, opinó que "el inglés es un idioma maravilloso, y es una cultura con la que tenemos el derecho y la obligación de relacionarnos e integrarnos", pero advirtió que "es preciso adoptar una política definida y decidida respecto al 'spanglish', probablemente el principal peligro al que se enfrenta la supervivencia del castellano en amplios sectores de los Estados Unidos".

Cebrián señaló que "el español es ya el segundo idioma de comunicación en el mundo. Junto a su crecimiento en los Estados Unidos de América, el prestigio de nuestra lengua ha aumentado en muchos países europeos y asiáticos, en cuyos sistemas de enseñanza ocupa ya el segundo puesto como idioma extranjero. El español no es un idioma en peligro, es un idioma en expansión. En los Estados Unidos, los candidatos presidenciales se ven obligados a expresarse en español".

"El presente y el futuro de la lengua castellana está en América latina. Sólo el diez por ciento de los hispanohablantes habita hoy en la península ibérica y, de dicho porcentaje, sólo una porción mínima se ciñe estrictamente a la fonética de Castilla. La política lingüística del español sólo tendrá éxito si es una política panhispánica", agregó.

A su turno, Francisco de Bergia, director general adjunto de la empresa Telefónica de España, dijo que "el español se consolida como segunda lengua de comunicación, por detrás del inglés, con la ventaja de éste en que el español une a una veintena de países que la nuclean y enriquecen cada día".

El directivo llamó a "consolidarse en el mundo de la comunicación. Para ello es preciso, además de fomentar la inversión en las industrias de la lengua, el apoyo e impulso definido de los agentes sociales y de las administraciones públicas, en una estrategia conjunta, consciente y continuada", y se opuso a que la relación entre ambas lenguas lleve a "confrontismo".

En tanto, el subdirector del matutino porteño La Nación, José Claudio Escribano, moderador de esta mesa redonda, consideró que "éste ha de ser un gran siglo para la unidad y la expansión del español", aunque advirtió que "tenemos un gran agujero negro que concierne a las ciencias, a la tecnología, e incluso a la Internet", y exhortó a "fortalecer" la lengua en esos campos, porque allí "nadie es nadie si no publica y se hace entender en inglés".

"Es posible que el presidente Bill Clinton haya sido el último presidente de los Estados Unidos inhábil para hablar el español, aunque mal lo habla el presidente (George) Bush, aunque mal lo habla el senador (demócrata John) Kerry. Varios de los miembros más influyentes del senado de los Estados Unidos están estudiando español", indicó. (DyN)
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