| Miguel Lifschitz: Un hecho histórico Desde el momento en que fuera honrada como sede del III Congreso Internacional de la Lengua Española, la ciudad de Rosario ha asumido con gran satisfacción el compromiso de convertirse en el escenario de un acontecimiento internacional que la instaló en el centro de la atención en todo el mundo de habla hispana. Y por ello hemos enfrentado el desafío de estimular nuestra imaginación y nuestro esfuerzo para multiplicar todas las potencialidades que caracterizan a la ciudad y a la región en materia cultural, turística y económica.
De hecho, la propia designación de Rosario como sede de tan destacado foro constituyó un hecho inédito e histórico para la ciudad, y a la vez un reconocimiento a su vasta tradición cultural, proyectando a Rosario como ámbito de un congreso donde se debatirá la identidad de una lengua común a 400 millones de personas.
Desde la Municipalidad de Rosario hemos trabajado, entonces, con el objetivo de que todos los visitantes se lleven la mejor impresión del Congreso y de su estadía en la ciudad. Con ese fin pusimos en marcha un conjunto de obras en el sector que se extiende desde los silos Davis -sede del Museo de Arte Contemporáneo- hasta el Monumento a la Bandera, para que todo el entorno del Parque de España luzca en las mejores condiciones. De manera análoga se procedió con el entorno del Teatro El Círculo.
Y al mismo tiempo hemos perseverado en el anhelo de que Rosario sea una verdadera fiesta en estos días. Porque nos propusimos además que este foro no quedara circunscripto a una reunión de especialistas y académicos, ni tampoco que se concentrara tan sólo en los cuatro días del evento. Por ello hemos programado una gran cantidad de actividades culturales y participativas que se vienen realizando a lo largo de los últimos meses para posibilitar que el conjunto de los vecinos de la ciudad y sus instituciones pudieran involucrarse y ser parte de este extraordinario acontecimiento. A todos ellos hemos convocado oportunamente a adherir y sumar acciones tendientes a jerarquizar la trascendencia del acontecimiento, y podemos decir ahora que la respuesta en ese sentido superó todas las expectativas.
Hoy, Rosario, con inmenso orgullo, se apresta a recibir a los reyes de España, Juan Carlos I y Sofía de Borbón, a autoridades de gobierno de distintos países de habla hispana y a más de 150 intelectuales y estudiosos de la lengua.
A todos ellos, y en su nombre a todos y cada uno de los pueblos que representan, los rosarinos y las rosarinas les damos la más calurosa bienvenida. Y los recibimos con el espíritu fraterno que nos distingue como ciudad, una ciudad sensible, solidaria y creativa, construida con el aporte de las más diversas corrientes inmigratorias que supieron integrarse en estas tierras para fundir múltiples culturas en una identidad común.
Miguel Lifschitz, intendente municipal de Rosario
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