| miércoles, 17 de noviembre de 2004 | Vecinos villenses se quejan por el abandono de la ex Cilsa Aseguran que el descuidado predio facilita la actividad de los delincuentes contra las propiedades linderas Osvaldo Flores / La Capital Villa Constitución. - Sin cerco perimetral, vigilancia ni iluminación, con su gigantesca estructura semiderrumbada y en medio de la indiferencia oficial por su futuro, el predio de la ex textil Cilsa -ubicado en el macrocentro de la ciudad- se ha convertido en un sitio ideal para facilitar la actividad delictiva. Así lo denunciaron los vecinos de barrio San Martín ante el intendente Horacio Vaquié y el Concejo Municipal, a quienes exigieron una serie de medidas para poner fin a esta preocupante situación.
"El abandono del predio y su oscuridad permiten una rápida vía de escape y una ubicación estratégica que posibilita la actividad delictiva, creando una situación de permanente vulnerabilidad y riesgo, no sólo a las propiedades sino al mayor bien que debe ser protegido: la vida humana", sostuvieron los vecinos.
Y no es para menos. A lo largo de más de tres cuadras, las propiedades ubicadas sobre avenida del Trabajo lindan sus fondos con el inmenso terreno abandonado que alguna vez fuera una de las empresas textiles más importantes del país, y por eso son víctimas de reiterados hechos delictivos.
"No tenemos porqué sufrir las consecuencias de la inacción total por parte de los distintos gobiernos comunales en relación al citado predio, y por eso no estamos en condiciones de esperar un solo día más para que se resuelva la indefinida situación del lugar", expresaron.
Por eso, exigieron que el municipio cumpla con su poder de policía, proceda a iluminar y limpiar el predio, desmantelar completamente la semidestruida estructura y, además, solicitaron la limpieza del campo ubicado sobre calle Jorge Newbery -en el límite sur del barrio San Martín- "ya que su abandono produce idénticas consecuencias".
La ex textil Cilsa se encuentra inactiva desde mediados de 1998, cuando un conflicto desatado entre la patronal y los 120 operarios de su plantilla por la falta de pago de salarios devino en una cesantía masiva de trabajadores y el posterior cierre de las instalaciones. En ese período, la empresa se presentó a concurso de acreedores.
El abandono en que quedó sumida la fábrica facilitó el accionar de vándalos y ladrones, que saquearon totalmente las instalaciones y hasta se llevaron la mampostería de sus gigantescas naves. Estas estructuras se derrumbaron y Cilsa se convirtió en un fantasma casi en el centro de la ciudad.
Mientras que desde el gobierno municipal no se han producido medidas que tiendan a cambiar el futuro del gigantesco predio, sólo una comisión de vecinos vinculados al ambientalismo se encarga de mantener cuidado una parte del parque y profuso arbolado existente en el lugar. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las instalaciones presentan un estado deplorable. | | |