| miércoles, 17 de noviembre de 2004 | Un español de 16 años fue condenado a prisión por los atentados del 11-M Madrid. - Un español de 16 años fue condenado ayer a seis años de cárcel en un centro de detención de menores tras declararse culpable de facilitar los explosivos usados en los atentados de marzo pasado en Madrid, que causaron 191 muertos y más de 2.000 heridos. El primer juicio por los ataques, los peores de la historia de España, no llegó a celebrarse porque el acusado, identificado sólo con las siglas G.M.V. por su minoridad, admitió su culpabilidad y aceptó la sentencia en su contra.
La fiscalía había pedido inicialmente una condena de ocho años para el inculpado, alias Gitanillo, pero finalmente solicitó seis años de cárcel en un centro de detención de menores, cinco de libertad vigilada y seis de inhabilitación.
La sesión se llevó a cabo en una sala de la Audiencia Nacional, la máxima instancia penal española. El joven acusado, que compareció junto a su madre, fue sentado de espaldas al público y cubierto por un biombo que impedía visualizarlo. La corte y el banquillo estaban separados de la asistencia por un vidrio a prueba de balas.
Según la fiscalía, el Gitanillo, detenido el 15 de junio pasado, robó los explosivos usados en los ataques de una mina del norte de España, en complicidad con otros dos españoles mayores de edad, el ex minero Emilio Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro Castro.
El joven entregó los explosivos a individuos árabes en la puerta misma de la mina La Conchita de Avilés (Asturias), e incluso llevó 20 kilos de TNT a Madrid en febrero de 2004 tras un nuevo pedido de los islamistas radicales que cometieron los ataques.
Facilitó explosivos Según fuentes judiciales, el adolescente confesó en audiencias previas al juicio que recibió 1.300 dólares de Suárez Trashorras en pago por llevar los explosivos a Madrid.
El caso del Gitanillo llegó a la corte en un período relativamente breve de ocho meses posteriores a los atentados debido a que el acusado es menor de edad.
La gran mayoría de 19 sospechosos arrestados hasta ahora son norafricanos -sobre todo marroquíes- descriptos por la Justicia española como miembros de una célula islamista que llevaba adelante una "Jihad" (guerra santa) contra occidente.
La Justicia española libró orden de captura contra seis prófugos, mientras que otras siete personas se inmolaron con explosivos cuando la policía allanó un departamento en un suburbio al sur de Madrid el 3 de abril pasado.
Los atentados, que tuvieron como blanco a cuatro trenes de pasajeros, fueron reivindicados por un grupo que se presentó como representante en Europa de la red Al Qaeda y que dijo que los ataques eran una represalia contra España por apoyar con tropas la invasión a Irak.
El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, quien lleva el grueso de la causa por los atentados e identificó a un total de 32 sospechosos vinculados a los ataques, dijo que esperaba completar su trabajo antes de que se cumpla el primer aniversario del 11-M. El ex presidente del gobierno español, Jose María Aznar -quien tras los atentados insistió en acusar al grupo separatista vasco ETA, pese a que toda la evidencia inicial apuntaba a islamistas-, deberá comparecer ante la comisión antes de fin de mes. (Télam) enviar nota por e-mail | | |