Mina Clavero: Arte desde la lana

Cruzada en Traslasierra para mantener vivo el oficio del tejedor tradicional

Luis Blanco y Ruth Oitana

Con el firme propósito de recuperar una tradición centenaria, un grupo de tejenderos y ceramistas de la región cordobesa de Traslasierra aunaron sus esfuerzos. Tanto en el circuito que recorre el Camino de los Artesanos, como en el Encuentro de Tejenderos -justo en el ingreso a Mina Clavero-, descansa un rico legado que no se limita al uso de técnicas tradicionales, sino que guarda una vasta historia que conjuga la esencia de la tierra y las vivencias de sus hombres.

María Inés Papy realiza, junto a su familia y un grupo de jóvenes, una incansable cruzada para mantener vivo el oficio del tejedor artesanal y lograr que se constituya en una salida laboral para ellos y su gente. Sus herramientas no son más que el telar criollo y un huso de madera, hueso o arcilla.

Para el teñido de la lana utilizan hierbas serranas como el romerillo, la chilca y la jarilla, que son trabajadas con técnicas centenarias para incorporar a las prendas los colores del paisaje.

"Tenemos que recuperar el oficio porque en diez años más se muere el tejedor tradicional", relató Papy, que hace unos tres años y medio se afincó en Mina Clavero, tras haber realizado un profundo estudio sobre la tejeduría artesanal en la provincia de Catamarca.

Es por ello que, junto a un grupo de tejenderos más jóvenes, reunieron a aquellos ancianos de Traslasierra que todavía despuntan este arte con el objeto de conocer sus secretos y llevar el oficio a las escuelas rurales de la zona para que niños y jóvenes puedan aprender a hilar, teñir y tejer y encuentren una salida laboral manteniendo una tradición que, de otra manera, se irá perdiendo.

"En el 2001 logramos reunir a los últimos seis tejenderos que quedaban en la zona con la intención de hacer una muestra", relató Papy. La propuesta llegó a oídos de José Luis Serrano, el intérprete de Doña Jovita, quien les facilitó un salón de exposiciones y ayudó a difundir la iniciativa que terminó congregando a una docena de ancianos tejedores.

La iniciativa se extendió a otros puntos de la provincia de Córdoba, especialmente en el norte, en la zona de San Carlos Minas, donde se realizaron cursos de capacitación para niños de escuelas rurales. Al respecto la hilandera comentó que "veíamos que hay muchos chicos que terminan sexto grado y no continúan estudiando porque tienen que cuidar las cabras o por falta de recursos. Entonces, con una maestra tuvimos la idea de enseñarles este oficio".

El trabajo de Papy y el resto de los tejenderos también adquirió fama internacional. Durante cuatro meses del año pasado un grupo viajó a Italia para mostrar la tejeduría criolla. En esa ocasión se conectaron con una asociación que trabaja con la infancia y, a partir de allí, se sumaron nuevas escuelas rurales al aprendizaje de este arte.