Año CXXXVII Nº 48571
La Ciudad
Política
Información Gral
Opinión
El Mundo
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Turismo
Mujer
Economía
Escenario
Señales


suplementos
ediciones anteriores
Salud 10/11
Autos 10/11
Turismo 07/11
Mujer 07/11
Economía 07/11
Señales 07/11

contacto
servicios
Institucional

 domingo, 14 de noviembre de 2004  
Rosario desconocida: Patrimonio, Cervantes y Don Quijote

José Mario Bonacci (*)

Vibrando la ciudad por el acontecer del 3er Congreso Internacional de la Lengua Española que la tiene como sede, puede continuarse con otros ejemplos de "lo español" en nuestro patrimonio urbano completando la importancia que conlleva este capítulo de nuestra realidad urbana. No quedará todo dicho, pero las citas que continúan descubrirán lo no imaginado en el mensaje contenido por lugares en donde a diario transcurrimos la vida en la casa grande que es nuestro hábitat.

Una pieza de importancia, incluida entre las mayores de la ciudad, se muestra en San Lorenzo 2157/59. Es una gran residencia con presencia a mitad de cuadra, orientada al norte y bañada por el juego de claros-oscuros nacidos en la luz derramada por su cuerpo construido. La casa con dos pisos reales y ancho de terreno no habitual en la zona, recorta su perfil en el cielo a través de un tercero simulado por un remate monumental en la terraza superior, cuyo fin es engrandecer ese telón urbano aportando proporciones y majestuosidad que su implantación exigía. Este remate o logia superior exhibe en su centro geométrico un balcón proyectado hacia la calle, punto privilegiado de observación en tiempos de una ciudad con reducido número de edificios elevados. Por la altura habitual en interiores al momento de construirse no es difícil imaginar desde ese punto la vista totalizadora del río hacia el norte. Toda su constitución habla de un respeto al estilo en sus mínimos detalles. Así se exhibe como una de las últimas presencias "desaguando" balcones con picos representando cabezas de grifos.

El timbre eléctrico se resuelve con una cabeza de león en bronce y la existencia de vitraux de gran factura y rejas divisorias en zona noble de recibo en planta baja modulan una superficie total que podría contener hoy dos o tres unidades individuales en propiedad horizontal.

Muros, pisos y cielorrasos multicolores y el mobiliario de origen europeo en su totalidad, completan el apabullante valor espacial jerarquizado.

Pero el mayor homenaje a España y a su lengua madre se debe a un proyecto de Gerbino-Schwarz, en San Juan 881/83/85, impulsado por sus dueños, los hermanos Sebastián y Luis Romanos y Miguel, finalizado en 1928. María Cristina Pérez Romanos, nieta directa del primero, aporta datos que acercan la historia. Inmigrantes españoles venidos de Zaragoza, llegan al país y luego de años de esfuerzo y sacrificios hacen venir a sus novias y forman sus hogares.

La casa compuesta de dos salones en planta baja y cuatro viviendas ubicadas de a dos en primero y segundo pisos, se hace realidad, y es llamada por los propietarios como "la Cervantina". En uno de los salones instalan su imprenta, oficio que ya ejercían en España y editan en Rosario un periódico "abierto a toda expresión" con nombre de "El Eco de España". Algunos números los ilustró el entonces joven Julio Vanzo. Los hermanos, decididos creyentes en la capacidad civilizadora de su lengua madre, reciben en 1931 el título de Caballero de la Real Orden de Isabel La Católica, en mérito a su tarea de difusión de la lengua española.

La escalera que une los pisos de la casa de calle San Juan en sus palieres ostenta cerámicas que ilustran la llegada de Colón en América y el sacrificio de Cristo en la cruz. Las viviendas se resuelven con sencillez interior y poseen bancos de cerámica en los ingresos. Sebastián vuelve a España deseando morir allí, pero luego de la guerra civil, regresa a Rosario y se establece después en Capilla del Monte (Córdoba) con un negocio de ramos generales, para finalmente fallecer en nuestro medio.


Escultura emblemática
El mayor homenaje de la construcción que los hermanos Sebastián y Luis Romanos y Miguel mandaron construir en Rosario consiste en su monumental fachada única en la ciudad, con estricta simetría respecto de su eje central y un remate superior que la ennoblece a través de una logia abierta al cielo.

En el primer piso, una hornacina contiene la escultura de don Miguel de Cervantes Saavedra realizada por Eduardo Barnes, y atrae la mayor atención de quien observa el conjunto.

Eran tiempos de orgullo y respeto exaltados y nacidos en la admiración hacia los que fundaron para siempre la memoria de una lengua que nos identifica en el universo.

Y como si no bastara, quienes observen detenidamente esa fachada se sorprenderán con la expresión que Barnes plasmó en la piedra. Cervantes mira, crease o no, hacia su España natal, mientras con la mano derecha aprieta contra el corazón su obra cumbre, que narra la fantástica epopeya de un caballero y su fiel ayudante. "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". El mismo que en Italia y Cochabamba (suroeste) nos relata el camino del viento desde una deliciosa veleta cabalgando montado en Rocinante.

Nada más ni nada menos que la historia del Ingenioso Hidaldo Don Quijote de la Mancha junto a Sancho Panza, su escudero.

(*) Arquitecto

[email protected]
enviar nota por e-mail
contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados