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 domingo, 14 de noviembre de 2004  
Nueva York: La cama está servida
La Gran Manzana invita a degustar el arte culinario recostado en un restaurante

Carolyn Koo

Es el Imperio Romano revivido en la Gran Manzana. Ahora la moda culinaria en Nueva York son los restaurantes que en vez de sillas y mesas ofrecen las comidas a la usanza de los antiguos griegos y romanos, es decir, recostados.

Un restaurante ya abrió sus puertas y unos cuantos más harán lo mismo en las próximas semanas, proporcionando de esta manera otra vitrina de exposición para quienes gustan de probar todo lo nuevo que surge en esta ciudad voluble.

Todo aquel que lo haya probado en su casa puede atestiguar que comer en la cama no tiene nada que ver con esbeltos sirvientes convidando uvas, sino más bien con hacer el mayor intento posible por no derramar ni tirar nada sobre las sábanas.

Los dueños y gerentes de estos restaurantes apuestan a que los comensales seguramente regresarán luego de que pierdan las inhibiciones y descubran lo lujosa que son las camas y lo buena que es la comida.


Sin sopas ni salsas
Los antiguos griegos y romanos eran los más famosos en lo que se refiere a comer acostados. Esta fue una práctica normal para los ricos durante la mayor parte de los imperios. Para ellos, estar acostados mientras sirvientes los asistían, era símbolo de prestigio y estatus social. A pesar de que sólo Miami y un puñado de ciudades fuera del continente americano -incluyendo Amsterdam, Roma y Bangkok- poseen restaurantes con camas, los dueños de estos locales consideran que los neoryorquinos y los viajeros están preparados para disfrutar del novedoso servicio gastronómico.

Como en todos los restaurantes los manteles son reemplazados después de cada comida o luego de un gran derrame. Vale aclarar que las sopas, los platos de pollo o pescados enteros y los que requieren de muchos cortes son excluidos de las camas.

También los cocineros deben ser cuidadosos con las pastas que contienen mucha salsa. (Reuters)
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