Roban un auto y piden $2 mil de rescate pero caen en una trampa

Un muchacho de 19 años fue detenido ayer acusado de robar junto con dos cómplices un auto y luego pedirle dinero a su propietario para devolvérselo. El sospechoso fue arrestado por efectivos de la seccional 7ª, donde la víctima radicó la denuncia y desde dónde se les tendió una trampa.

Todo comenzó a partir del robo que sufrió Rodrigo Damián Guerrero, de 24 años. El muchacho manejaba un Torino modelo 74 y, cerca de las 4 de ayer, se encontraba detenido frente al semáforo de Santa Fe y Crespo. Según fuentes policiales, el joven fue sorprendido por tres hombres que "de prepo" se introdujeron en el Torino y lo sacaron a golpes. Guerrero perdió el conocimiento por los golpes y quedó tirado en la calle unos instantes hasta que volvió en sí. Luego comprobó que, además del auto, también le habían robado los documentos del vehículo y el teléfono celular. Cuando pudo llegar a su casa, el joven telefoneó a su propio número. Del otro lado de la línea lo atendió una voz masculina que dijo: "Si querés recuperar el auto juntá 2 mil pesos y traelos a Ituzaingó y Felipe Moré. Llamame a las 9 y no hagás la denuncia".

Alrededor de las 7, Guerrero y su padre denunciaron el hecho en la seccional 7ª. En esa repartición, y mientras realizaban el trámite, el celular de Guerrero padre volvió a sonar. Esta vez era el ladrón. Entonces, atendió el jefe de la 7ª, comisario principal Néstor Inecco, quien haciéndose pasar por el padre de la víctima conversó con el delincuente.

"Le pedí que me diera una descripción como para ubicarlo. Le hice el verso de que era una zona jodida, que necesitaba un dato para saber quién era y no entregarle el dinero a cualquiera. Así fue como me dijo que él estaría con una gorra", comentó Inecco.

Entonces, el comisario fue en su auto particular y con un par de agentes hasta Ituzaingó y Moré. "Cuando llegamos al lugar encontramos a un grupo de muchachos y, de pronto, sonó el celular de Guerrero. Enseguida descubrimos al que estaba llamando por que lo vimos sostener el teléfono", señaló el jefe policial.

Entonces, los uniformados se identificaron y el sospechoso intentó escapar. Los efectivos lo persiguieron unos metros e hicieron varios disparos intimidatorios al aire. "El sospechoso se resistió, pero finalmente fue reducido cuando intentaba esconderse. En el procedimiento también se secuestró el celular de la víctima", narró Inecco.

En base al testimonio del detenido, la policía encontró el Torino en Constitución al 900, "en prefecto estado". El joven apresado, Maximiliano Ferro, quedó a disposición del juez Alfredo Ivaldi Artacho, acusado de robo calificado y tentativa de extorsión.