| domingo, 14 de noviembre de 2004 | Maquillaje egipcio: Embellecedor y terapéutico Desde el período predinástico se sabe que los egipcios se esmeraban por su aspecto físico, higiene y belleza y que le daban valor a los ojos de la mujer, la cintura y las caderas.
Sus pieles eran aceitadas, se depilaban y una buena egipcia no podía salir a la calle a cara lavada. La filosofía egipcia se fundamentaba en la dualidad como pilar básico: el maquillaje no sólo embellecía sino tmbién era preventivo de enfermedades oculares.
Como Egipto (tierra del sol) se caracteriza por mucho polvo e insectos, el maquillaje funcionaba como repelente y agente intermedio entre el rostro y el polvo del desierto. Las enfermedades oftálmicas eran frecuentes como la "oftalmia del desierto", transmitida por una mosca en casi todos los países subdesarrollados (actualmente es una de las causas de ceguera en estos lugares.)
La información sobre el maquillaje se encontró en los ajuares funerarios y listas de ofrendas del imperio antiguo: en las tumbas, tanto de hombres como de mujeres, se hallaron paletas de maquillaje, utensilios, tarros con kohol y discos de cobre o bronce pulido que lo utilizaban como espejos porque no conocían el cristal.
Las pinturas las realizaban con minerales molidos mezclados con agua y aceites. Se usaban polvos verdes extraídos de la malaquita, y los ojos se perfilaban con una línea ancha sobre el párpado inferior hacia la sien y la nariz. A partir de la IV dinastía comenzaron a delinearse todo el contorno con color negro que se obtenía del kohol.
Además de estos colores existían otros compuestos por galena (mineral de color gris formado por azufre y plomo), polvo blanco de cesurita natural, y el azul que se obtenía del lapislázuli. Las egipcias oscurecían sus cejas y pestañas con polvo de galena humedecido con agua a modo de rimmel (empleaban esta técnica no sólo para mostrarse más bellas, sino también como antideslumbrante frente al sol del desierto.)
Los labios se maquillaban con óxido de hierro. Como los egipcios consideraban a los ojos rasgados como lo más hermoso del rostro de una mujer, necesitaban que "el ojo hablara" y que a vez estuviera protegido. Por este motivo en la actualidad, tanto en Egipto como en otros territorios beduinos, el maquillaje se sigue utilizando con su doble finalidad: embellecedor y terapeútico.
Silvia Armoa
Maquilladora
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