| sábado, 13 de noviembre de 2004 | La hinchada rojinegra pegó el grito fuerte de la noche El grito más fuerte en el Bajo Flores fue de la hinchada leprosa. Una ruidosa multitud cercana a las 5.000 personas se movilizó anoche hasta el Nuevo Gasómetro, con un incentivo especial: recuperar la punta del campeonato. Y con una ayuda invalorable: veinte micros gratuitos, con entradas incluidas, que puso a disposición el club del parque Independencia.
Los leprosos creyeron en el triunfo de movida. No sólo sus hinchas, también los jugadores, que arribaron a las 19.20 al estadio con banderas flameando adentro del micro y cantos de victoria. Allí se lo vio a Belluschi y Marino como una parte más de la barra leprosa, dándose aliento a sí mismos.
Al Nuevo Gasómetro no le faltó clima clásico de partido decisivo. Fueron 90 minutos ruidosos desde las dos cabeceras. El estadio era conciente que había tres puntos en juego que definían buena parte de la suerte de ambos equipos en este Apertura.
Tampoco faltaron los hinchas leprosos famosos, como Pachu Peña, que en el entretiempo, en la zona de palcos de prensa, le dijo a Ovacion: "Estoy festejando y también sufriendo, hay que esperar".
La fiesta leprosa pareció empañarse con el empate local. Pero nadie dio nada por perdido y desde adentro de la cancha crecía la sensación de que Newell's se podía recuperar y ganar. Fue cuestión de esperar como dijo Pachu, hasta que la cabeza de Borghello hiciera estallar, ahora sí, el grito más fuerte de la noche. enviar nota por e-mail | | |