| sábado, 13 de noviembre de 2004 | Asueto, decisión desafortunada El discurso del gobierno de la Nación, a través de sus diversos representantes encabezados por el presidente, hace constante hincapié en un concepto acerca de cuya validez no pueden caber dudas si lo que se pretende es modificar el rumbo crítico de la Argentina: la reconstrucción de la deteriorada cultura del trabajo. Una reciente decisión adoptada por la provincia, sin embargo, contradice abiertamente ese espíritu: la declaración de asueto el próximo miércoles, con motivo del comienzo del III Congreso de la Lengua Española, resulta como mínimo desafortunada, sobre todo porque las escuelas, ese día, estarán cerradas.
No se discute en esta columna la magna importancia del acontecimiento que tendrá lugar en dicha jornada del 17 de noviembre. La realización del evento ecuménico del idioma castellano en esta ciudad -con la presencia de notables escritores- se erigirá, fuera de toda duda, en un hito insoslayable de su historia. Pero tal razón no justifica la interrupción del dictado de clases en un año lectivo cuyo normal transcurso se vio tan ostensiblemente afectado por el prolongado paro de los docentes.
También, por cierto, se perjudica a la ciudadanía al cerrarse ese día las puertas de la Administración Provincial de Impuestos, los registros civiles, el Iapos, la Dirección de Catastro, Promoción Comunitaria, el Magic y las delegaciones ministeriales. Sin embargo, dicho perjuicio es notoriamente menor al que sufrirán los chicos que asisten a las escuelas públicas.
En síntesis: no resulta en absoluto necesario alterar la normalidad para celebrar el arranque del Congreso. Por el contrario, acaso el mejor homenaje que pudiera hacerse consistiría en dedicar parte de la jornada educativa de ese día a explicarles a los alumnos el trascendente significado del foro lingüístico. En cambio, lamentablemente se insta a la pereza. Sobre todo, porque la no concurrencia a clases no se verá compensada con enriquecimiento intelectual alternativo alguno.
La cultura del trabajo sólo se reconstituirá trabajando y transmitiéndoles a los más jóvenes el gran valor que posee la cotidianidad del esfuerzo. No es declarando asuetos extemporáneos que se logrará mejorar el estado de las cosas, ni extraer a la Argentina de la crisis. enviar nota por e-mail | | |