Reprobados nuevamente

Elaborados por la ONG Transparencia Internacional (TI) se conoció días atrás el ranking mundial sobre la percepción de la corrupción correspondiente al trienio 2002/2004. Entre 146 países Argentina ocupa el puesto 108 al ser calificada con 2,5 puntos sobre 10, la misma nota que había recibido en el período anterior. Si no queremos que nos sigan reprobando debemos revertir muchas conductas. No es fácil lograrlo en una sociedad que durante muchos años dejó de estimar y de practicar las virtudes. No es fácil recuperar todo lo bueno que se perdió por culpa de hombres que fueron corrompidos por el dinero, pervertidos por el placer, infatuados por el espíritu de partido. Mejorar esta pobre ubicación en el ranking es un compromiso del cual ningún argentino se puede librar. Especialmente los educadores de nuestros niños y jóvenes. Padres y maestros deben inculcar en sus hijos y alumnos conceptos fundamentales como patria, honor, lealtad, orden, honestidad, sinceridad, solidaridad, humildad, integridad. Es por medio de nuestras escuelas que se podrá realizar el bello sueño de la redención moral de la Nación. Y la primera y principal escuela es el hogar deméstico.

Carlos Alberto Parachú