Soja y trigo bajo la lupa

Haciendo el ejercicio mental de evaluar la situación del mercado se pueden extraer algunas lecciones para analizar los resultados del mismo.

En el caso de la soja, la situación por el lado de la oferta es holgada. Tanto a nivel mundial como en Estados Unidos, la producción estimada es récord, y los stocks que se pasarían a la nueva campaña son realmente importantes.

La noticia que muchos esperaban llegó tarde: la roya en Estados Unidos apareció cuando la producción está prácticamente toda levantada, en una campaña en que la calidad de los cultivos fue excepcionalmente buena.

Todavía queda por definir el otro 50% de la producción mundial. Las condiciones climáticas están mejorando en Argentina y en Brasil, pero la aparición de roya por primera vez en la campaña en ese país hace que aumente la incertidumbre respecto a la oferta total de este ciclo.

Por el lado de la demanda la situación es muy distinta a la del año pasado. El principal comprador de poroto redujo su ritmo de compras, y con él se enfrió el principal motor de la campaña 2003/04. Las exportaciones de Estados Unidos están retrasadas, así como también los compromisos externos de Argentina.

Localmente, los compromisos con el exterior de la campaña 2003/04 están cubiertos, y como es normal a esta altura del año, las ventas se detuvieron. La situación de la exportación es muy holgada para la nueva campaña. Se observa que el ritmo de ventas es lento en comparación con el año pasado, siendo superadas ampliamente por las compras de poroto que ya han realizado.

Las ventas al exterior de harina y aceite de soja correspondientes a la campaña 2003/04 también están cubiertas por la mercadería que las fábricas ya compraron, pero los compromisos de la nueva campaña todavía están descubiertos.

En síntesis, la tendencia es bajista y los únicos factores que podrían sostener los precios son la incertidumbre por la nueva campaña de Sudamérica y las necesidades de la industria local para responder a sus compromisos de 2005.

En el caso del trigo, los precios locales están siendo presionados por el ingreso de la mercadería nueva al mercado. Los temores por la sequía se han reducido y la siembra avanza favorablemente en la región principal de cultivos. Las necesidades de la exportación son bajas y está quedando mucha mercadería sin vender para la próxima campaña. El sostén está precisamente en que con los bajos precios FOB se logran mayores negocios, lo que se comprueba al observar los nuevos clientes que Argentina ha logrado en el último año. Habrá que ver cuál es tamaño final de la cosecha argentina y brasileña, y si este país vuelve al mercado en los próximos meses, permitiendo despegar los precios locales de los internacionales.

Flavia Rossi (fyo.com)