| miércoles, 03 de noviembre de 2004 | Consenso para tratar el cáncer renal Los urólogos del país, nucleados en la Sociedad y la Federación de Urología, firmaron en Rosario el consenso urológico nacional sobre pautas para el diagnóstico y tratamiento del cáncer renal. Es la primera vez que se unifican criterios para el abordaje de la enfermedad que afecta prioritariamente al hombre. El documento fue oficializado durante el Congreso Argentino de Urología, que reunió a más de 900 especialistas. El doctor Hugo Signori, director del capítulo de uro-oncología de la Federación, explicó a La Capital que las pautas del consenso "son guías de comportamiento absolutamente probadas para que los especialistas apliquen a cada caso en particular".
El consenso en cáncer renal era un tema pendiente de la especialidad, ya que oportunamente se elaboraron parámetros similares para próstata, testículo y vejiga.
El documento para el tratamiento del cáncer de próstata, firmado por ambas entidades científicas, recibió recientemente el aval de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la Academia Nacional de Medicina, de la Asociación Médica Argentina, de los cancerólogos y de los terapistas radiales del país. "Estimamos que sucederá lo mismo con el de riñón", vaticinó el especialista.
Patología en aumento
Según estadísticas de los Estados Unidos la incidencia de cáncer de riñón aumenta en todo el mundo. Cerca de 30.000 casos nuevos aparecen cada año (constituye el 3% de todos los tumores). La relación es de 2 a 1 hombre-mujer y se da con más frecuencia entre los 50 y 70 años. Sólo el 25% presenta metástasis. Signori comentó que "no se conoce la causa, sin embargo el único factor de riesgo estimado es el consumo de tabaco".
El doctor Lelio Zeno, director del congreso, agregó al respecto que "alrededor del 50% de los casos que llegan al consultorio de los urólogos son diagnosticados de manera incidental, es decir que el tumor fue descubierto por una ecografía hecha en el abdomen de un paciente por otra razón, y más del 95% es maligno".
La única opción para curar la enfermedad consiste en la extirpación del riñón afectado, ya que el órgano no es sensible a la radioterapia ni a la quimioterapia. Sin embargo, el diagnóstico precoz abre la posibilidad de una cirugía conservadora en la que se extrae sólo una porción del riñón.
"El diagnóstico precoz permite descubrir pequeños tumores que no manifestarán ningún síntoma por años. Esto es especialmente importante en personas jóvenes", explicó el doctor Juan José Premoli, vice presidente del congreso. enviar nota por e-mail | | |