Resuelven usar un galpón de la nueva Jefatura para transferir detenidos

El Servicio Penitenciario lo estima apto para derivar de modo definitivo a 200 de los 1.300 internos en seccionales

Andrés Abramowski / La Capital

El gobierno provincial tiene resuelto utilizar un viejo galpón en la Jefatura de la Unidad Regional II de policía para el alojamiento, a corto plazo, de unos 200 presos. Si bien el proyecto está en su etapa de estudios preliminares y su concreción tampoco resuelve el hacinamiento de los detenidos en comisarías -ya que la superpoblación en ellas alcanza a 1.300 personas- esta es la primera localización viable que las autoridades de seguridad encuentran para aportar solución a un viejo problema que, según los cálculos más optimistas, no estaría superado plenamente hasta comienzos de 2006.

Además, el gobierno dispuso invertir más de 2 millones de pesos para refaccionar los penales de la seccional 11ª, en zona sur, y la subcomisaría 19ª, en barrio Las Flores, donde se sumarán nuevas plazas (ver recuadro).

El galpón ubicado en el predio de Ovidio Lagos al 5400 -a la sazón resultó ser un establecimiento fabril como se dijo que se buscaría- era parte de la Fábrica Militar Domingo Matheu donde desde hace unos años funciona la Jefatura de la Unidad Regional II, al mismo tiempo, ya está en curso la edificación de una alcaidía.

"El galpón es una inmensa construcción, muy sólida y en estado impecable", describió el director del Servicio Penitenciario provincial (SP), Fernando Rosúa. "Actualmente una parte se utiliza para una dependencia policial, pero pensamos afectarlo a la futura alcaidía. Ya tiene dictámenes técnicos aprobados del SP porque la infraestructura, paredes y techos es apta", agregó.

El funcionario estimó que, una vez convertido en penal, el galpón podría albergar "entre 150 y 200" reclusos. "Se hicieron algunos estudios técnicos preliminares y estamos trabajando en el trazo fino. La decisión y la factibilidad de destinarlo para un penal está tomada. Ahora habrá que adaptar las celdas y armonizar su funcionamiento con la alcaidía que se construye en el mismo sitio", indicó Rosúa, quien no descarta que el uso del espacio como prisión pueda ser definitivo.

El titular del Servicio Penitenciario adelantó que "esta semana" se habrá avanzado sobre la confección del presupuesto para la obra y se podrán calcular los plazos. No obstante, al estar enmarcado en la emergencia penitenciaria, el proyecto se concretaría rápidamente en lo que se refiere a las asignaciones de recursos.

En cuanto a la resolución de la crisis carcelaria, Rosúa no cree que se vayan a buscar más lugares de detención provisorios -como en principio lo sería este galpón, más allá de que luego se incorpore al sistema- para trasladar a presos de comisarías. "Hay otras obras en marcha para terminar con esa situación", dijo el funcionario en referencia a la construcción de otras cuatro alcaidías y a la cárcel de Piñero, que junto con la de la URII sumaría para principios de 2006 unas 2.000 nuevas plazas penitenciarias para Rosario.

Al respecto, aclaró que las expropiaciones de terrenos para las cuatro futuras alcaidías ubicadas en los bordes de la ciudad ya obtuvieron media sanción en la Cámara de Diputados de la provincia y se espera la aprobación del Senado para licitarlas. "Con los proyectos en carpeta -consideró- creo que a principios de 2006, si la población carcelaria crece al mismo ritmo que lo hizo este año, tal vez se solucione definitivamente el hacinamiento de presos en comisarías".

Técnicos del Servicio Penitenciario dieron el visto bueno al galpón para alojar a los presos.