Entrevista. López Murphy dice que Kirchner acumula fondos para tener de rodillas a los gobernadores

"El fallo de la Corte confirma que nos tendieron una emboscada"

El líder de Recrear aseguró que ahora se despejaron las dudas sobre la dependencia del tribunal con el gobierno

Walter Palena / La Capital

Ricardo López Murphy anda hecho una furia. Ni el potente analgésico que está tomando para mitigar el dolor de un esguince en el tobillo derecho parece atemperar su genio. El reciente fallo de la Corte Suprema a favor de la pesificación lo tiene loco: mueve la cabeza para todos lados, agita las manos, golpea la mesa y se le inflan las venas. Aparenta estar en trance o en una ligera metamorfosis. "Nos tendieron una emboscada", enfatizó. "Si había alguna sospecha de que el presidente Néstor Kirchner estaba conformando una Corte adicta, este fallo despeja todas las dudas", dice, y suelta una serie de acusaciones que pegan de lleno en la figura del jefe del Estado y de su antecesor, el caudillo bonaerense Eduardo Duhalde.

El líder de Recrear está en campaña. A pesar de que se juega buena parte de su destino político con la candidatura a senador por la provincia de Buenos Aires, recorre el país intentando llevar el mensaje de su agrupación. Eso hizo en Rosario, lejos de los mitines y cerca de los micrófonos, una manera de amplificar sus palabras sin necesidad de subirse a una tribuna.

En una extensa charla con La Capital, López Murphy sostuvo que el superávit fiscal con el que cuenta el gobierno es "histórico", pero que Kirchner se "guardará" ese dinero para acumular más poder. "Una pauta de eso es la genuflexión de los gobernadores. Todos quieren prenderse de la piñata", ejemplificó.

-Se lo nota muy molesto con la sentencia de la Corte.

-Es que es algo muy grave porque desdice compromisos gubernamentales, como aquella frase de Duhalde: "A los que depositaron dólares, se les devolverá dólares". También está el antecedente de la ley de intangibilidad de los depósitos, que se aprobó para que la gente tenga confianza y depositara en los bancos. En suma, nos tendieron una emboscada. Además, los considerandos del fallo son terribles, como el voto de (Eugenio) Zaffaroni, que dice que si una persona tiene 71.000 dólares, se le quita el 30 por ciento, pero si uno tiene 69.000 dólares, no se le quita nada. ¡Qué falta de seriedad!.

-¿Corresponde a un juez de la Corte hacer valoraciones políticas, como decir que la convertibilidad fue una "fantasía"?

-No debería. Yo esperaba un fallo más simple, sin muchas explicaciones. Y lo que pasa es que las explicaciones son más graves que el fallo mismo.

-Alberto Fernández dijo que se estableció un New Deal, un nuevo contrato, que se hizo para salvar a la patria.

-Lo que quiero es que Alberto Fernández nos deje de salvar, porque cada vez que nos salva, nos roba. ¡No tienen vergüenza! Dije hace mucho tiempo que a esta Corte la íbamos a juzgar si es independiente o no del Poder Ejecutivo por el fallo de pesificación. Bueno... ahora sabemos que no es independiente. Todavía no sé qué cosas se hicieron para llegar a esta sentencia, a qué acuerdos se llegaron. Lo veremos en el juicio político a (Antonio) Boggiano.

-¿Habrá juicio político?

-Ahí vamos a tener una pista de lo que costó este fallo. Si se paraliza el juicio tendremos un fuerte indicio. Además, a Boggiano lo van a necesitar porque como este fallo es un desastre, van a tener que hacer otro. Si había una sospecha de que el gobierno estaba conformando una Corte adicta, ahora se despejaron todas las dudas.

-Carrió está solicitando un juicio político a (Augusto) Belluscio. ¿Lo cree procedente?

-Va a haber una enorme presión social de los ahorristas por la incautación de sus fondos, pero los países no funcionan haciéndole todos los días un juicio a la Corte.

-Usted hará campaña en un territorio hegemonizado por el peronismo y centró sus críticas en la figura de Duhalde, incluso lo llamó "la cabeza del monstruo". ¿Es algo más que una metáfora comparativa?

-(Carcajada) No ha sido una referencia a uno de sus extremos. Lo que es monstruoso es que un gobierno que ha tenido una larga administración y muy mala, que ha deteriorado la seguridad, la salud, la educación, gane las elecciones cada vez con mayor margen.

-Ahí juega muy fuerte el rol clientelar del Estado.

-Y ahora tenemos una competencia entre las manzaneras de Chiche y las margaritas de Alicia Kirchner. Pero es una multiplicación del mismo mecanismo clientelístico.

-¿El superávit de 6 mil millones de dólares puede incidir en la campaña?

-No lo sé, pero han acumulado fondos para tener margen. Por eso se ve el grado de genuflexión de los gobernadores: todos quieren colgarse de la piñata.

-¿Hubo en alguna otra época semejante superávit fiscal?

-No. Nunca antes en nuestra historia.

-¿Qué se va a hacer con ese dinero?

-Creo que la estrategia de Kirchner es mantener un superávit inmenso, mucho mayor de lo que quiere el FMI. Reitero: eso le da margen de maniobra y mucho poder. Ese dinero no lo va a usar, como ocurrió con los fondos de Santa Cruz que están en el exterior.

-Pero salvo usted y unos pocos, nadie dice nada del destino de esos fondos.

-Yo dije mucho e hice un lío colosal con esto. La gente no estaba enterada hasta que empecé a jorobar con el tema.

-Duhalde dijo que la Corte era parte del gobierno. ¿Cree que el ex presidente es la voz brutal de Kirchner?

-No, Duhalde es de una franqueza excepcional, un desfachatado. Dijo que no había que engañarse: "Menem tenía su Corte, nosotros tenemos la propia". ¡Se acabó la división de poderes! ¡Se terminó el sistema institucional republicano!

-Ahora que está en campaña, van a arreciar las críticas señalándolo como un noventista.

-Siempre critiqué las políticas de los 90. Noventista fue Cristina de Kirchner, quien fue abanderada de la reelección de Menem en la constituyente del 94; el señor (Oscar) Parrilli, actual secretario general de la Presidencia, quien fue el miembro informante de la privatización de YPF. También Alberto Fernández, quien fue subsecretario de Menem durante cinco años y luego fue candidato a diputado por Cavallo. Son todos unos hipócritas. Es más, lanzo un desafío público: quiero debatir con el jefe de Gabinete un artículo suyo publicado en el año 98 en el que se va en elogios sobre el régimen menemista. Ahí, todo este cinismo va a quedar blanco sobre negro.

"Son más graves las explicaciones que el fallo mismo".