| domingo, 31 de octubre de 2004 | Paisajismo: Estrellas del jardín Hay plantas que por determinadas características se destacan especialmente en un jardín: puede ser por una espectacular floración, por tener un porte interesante o por el color o forma de sus hojas.
Se sabe que muchas "estrellas" compartiendo un mismo escenario constituyen un problema, por lo tanto si se ubican demasiadas plantas con esas cualidades lo más probable es que la mirada se confunda y que no se las pueda apreciar en su magnitud. Por eso lo más aconsejable es meditar la elección y optar por una especie, sobre todo si el espacio con que se cuenta no es muy grande.
La mejor forma de lucirlas es inscribirlas dentro de un marco que las contenga y que funcione como estructura del jardín. Por ejemplo, un grupo de arbustos que probablemente pasen desapercibidos pero que hacen las veces de telón verde (sin él esta planta perdería interés). Como ejemplos se pueden mencionar:
* Gingko biloba: árbol que alcanza una altura de 30 metros, sus hojas tienen forma de abanico abierto y en otoño adquieren un tono dorado.
* Salix erythroflexuosa (sauce eléctrico): arbolito muy ramificado con las ramas completamente retorcidas y de corteza color amarilla.
* Magnolia grandiflora: árbol que llega a 10 metros de altura, de follaje persistente color verde oscuro brillante, y da flores grandes y perfumadas de color blanco a principios del verano.
* Phormium tenax (formio): arbusto rizomatoso con hojas acintadas y erguidas de hasta 2 metros de largo y de color verde.
* Acanthus mollis (cucaracha): herbácea de hojas muy grandes de hasta 60 centímetros de largo, de color verde oscuro, florece en verano y da espigas con flores blancas muy vistosas.
* Dracena marginata tricolor (dracena tricolor): su aspecto es similar a una palmera pero no lo es. Con frecuencia se ramifica formando cabezas de hojas de tonos rojizos y amarillentos.
Jorgelina Rinaldi. Paisajista.
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