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 miércoles, 27 de octubre de 2004

Un hombre huraño y desconfiado

Ariel Máximo Cantero, el hombre que toda la policía rosarina buscaba desde hace al menos cinco años, ahora deberá dar cuenta de su pasado ante la Justicia. El Ariel, como lo reconocen sus secuaces, tiene 40 años y está casado con Patricia Celestina Contreras, con quien tiene al menos 5 hijos. El mayor, Claudio Ariel Cantero, es conocido como Pájaro, tiene 20 años y es su brazo derecho en el ámbito del delito. El más chico nació hace unos 3 meses.

"Desconfiado hasta de su propia sombra, salvo de su hijo mayor", el Ariel se erigió a fuerza de golpes delictivos en el líder de Los Monos, donde impuso su carácter "cerrado y huraño". Sin embargo, fue esa misma desconfianza la que lo llevó tras las rejas. "La noche del lunes, cuando lo observábamos a la distancia, uno de los secuaces divisó nuestros movimientos y le avisó que estaba cercado. Pero el no le creyó y ayer a la mañana se quedó solo en la casa. Fue su perdición", aseguró un alto jefe de Unidades Especiales.

"En un comienzo este tipo se dedicaba a robos y robos calificados. Sus primeras causas datan de cuando era un adolescente", afirmó un pesquisa. Sin embargo, a medida que fue creciendo en edad, también fue aumentando su campo de acción y la complejidad de los delitos que lo tuvieron como protagonista. Así, no pasó mucho tiempo para que "se metiera en el tema del tráfico de drogas y compitiera con la banda del Colorado Arriola" (ver nota central).

Amante de la vida al aire libre, las riñas de gallos y los caballos, el hombre tomó distancia del barrio que lo vio nacer y crecer para afincarse primero en una villa de Empalme Graneros y más tarde en el lugar donde ayer cayó detenido. "A veces se iba desde Rouillón y Circunvalación hasta Las Flores en caballo, bordeando las quintas, para ver a sus hijos y su esposa", dijo un vocero que también admitió que en el barrio "muchas veces lo vieron llegar como ciruja, arriba de un carro tirado por un caballo".

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