| miércoles, 27 de octubre de 2004 | Cubanos se apresurana deshacerse de susahorros en dólares Largas colas en los bancos tras el anuncio oficial de restringir el uso de la moneda estadounidense en la isla Victorio Copa La Habana. — La imagen se repetía ayer frente a la mayoría de los bancos. Los cubanos hacían largas filas para cambiar dólares antes de la entrada en vigor de las restricciones anunciadas la víspera por el presidente Fidel Castro. “Las colas son imponentes”, dijo una ex profesora de 70 años, que recibe remesas de sus familiares en EEUU como una gran parte de los cubanos.
A partir del próximo 8 de noviembre cesarán las transacciones comerciales en dólares en la isla, 11 años después de que fueran permitidas por el gobierno. Las monedas extranjeras tendrán que cambiarse por pesos convertibles, fijado a la par con el dólar, pero de ningún valor fuera de la isla. Todos los servicios que actualmente se ofrecen en divisas, como el pago de hoteles, autos de alquiler, taxis y restaurantes, sólo se podrán hacer con pesos convertibles, salvo en algunos pocos centros turísticos, donde se acepta también el euro. Hasta el 8 de noviembre los dólares se podrán cambiar con la cotización actual de uno a uno. Pero después se aplicará un gravamen de un 10 %, lo que hizo que los cubanos salieran ayer rápidamente a los bancos a cambiar moneda.
En su primera aparición en público, con un brazo en cabestrillo, tras la caída sufrida la semana pasada al retirarse de un acto en la central ciudad de Santa Clara, Castro anunció la noche del lunes en el programa Mesa Redonda que la medida se aplicará tanto a cubanos como a los residentes extranjeros y turistas. La decisión, dijo, responde al incremento en los controles que ejerce el gobierno de EEUU desde el 30 de junio para impedir que Cuba haga libre uso de los dólares en el mercado internacional.
Washington aplica un embargo económico, comercial y financiero contra el único país socialista del hemisferio occidental desde hace más de cuatro décadas, el cual fue reforzado desde el cese del socialismo en Europa del Este y la desaparición de la Unión Soviética, en un intento por derrocar a Castro.
Un economista gubernamental que solicitó el anonimato dijo que la eliminación del uso del dólar como medio de pago “es una forma más de protegernos de una real amenaza del exterior”. “El cerco es muy grande y muy fuerte, el embargo atenta contra el comercio cubano en dólares, pues estamos siempre a merced de cualquier política que Washington tome con el fin de impedir transacciones en su moneda”, afirmó. “La medida debió haberse tomado mucho antes”.
Un antiguo bancario, siempre con la reserva de ofrecer su nombre, se quejó de que no se hubiera surtido de pesos convertibles suficientes a los distintos bancos para evitar aglomeraciones de público.
Apenas dos años después del triunfo revolucionario en 1959, Castro decretó un inesperado cambio de moneda y se suspendió el uso del dólar para los cubanos. Pero en 1993 su utilización fue despenalizada, en pleno “período especial”, como se denomina oficialmente la peor crisis económica de los últimos 45 años. Ahora, el líder cubano dio marcha atrás en esa decisión, en respuesta a lo que calificó de “acciones pandilleras” de Washington contra la economía de la isla.
“Es importante denunciar las acciones pandilleras del imperio”, dijo el gobernante de 78 años, al anunciar la medida acompañado por el presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón, el vicepresidente, Carlos Lage, y el ministro del Exterior, Felipe Pérez Roque. “A partir del 8 de noviembre, el peso convertible comenzará a circular en sustitución del dólar de EEUU o de cualquier otra moneda convertible en cualquier cantidad”, dijo Castro en el programa de mayor audiencia en el país, trasmitido en directo desde el Consejo de Estado en la Plaza de la Revolución.
Sentado detrás de una mesa que no permitía observar su pierna izquierda lesionada, Castro se mostró distendido, de buen ánimo. Los cubanos podrán tener dólares en su poder, pero no podrán utilizarlos para sus transacciones comerciales.
A diferencia del dólar, las remesas enviadas por los cubanos residentes en el exterior a sus familiares en monedas ya aceptadas en el país, como el euro, la libra esterlina, los francos suizos y los dólares canadienses, podrán cambiarse sin la retención del 10 %. “El dólar queda devaluado a partir del 8, el dólar de la superpotencia de la superinjusticia”, proclamó Castro.
En las calles de La Habana, muchos cubanos se quejaron de estar pagando el precio de la guerra ideológica que libran desde hace más de cuatro décadas Washington y La Habana. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Muchos cubanos cambiaron ansiosamente sus "verdes" por moneda local. | | |