Súper acción. El policial "Sin código", que va hoy, a las 23, por canal 13, apuesta al suspenso con alta definición

Suar: "Uno se recicla y se golpea, pero es imposible mantenerse siempre arriba"

El coprotagonista de la miniserie junto a Nicolás Cabré cuenta los vaivenes de la lucha por el rating

Mauricio Bartoli

A los tiros, Adrián Suar sale esta noche a vengar los cachetazos que le dio el rating este año. En la cuenta regresiva de la temporada, y con la intención de remontar la imagen de sus resultados en 2004, el director de programación de Canal 13 vuelve a ponerse el traje de actor y redobla su apuesta innovadora como productor. Para el desafío, no por casualidad, gestó el policial "Sin código", coprotagonizado por Nicolás Cabré, que irá hoy, a las 23, por Canal 3. "Este policial va a tener alta definición, que no logrará mejorar la actuación, pero no me la quise perder", dijo Suar a La Capital.

El retorno a las fuentes en medio de las dificultades viene sostenido de algunas cábalas. El director de los cuatro capítulos previstos, la misma cantidad que tuvo "Poliladron" al principio, es Jorge Nisco, el mismo que comandó las escenas del Nene Carrizo. Hay más: aquel emblemático policial romántico fue el que juntó por primera vez a Suar con Nicolás Cabré, que entonces era un ilustre desconocido y ahora comparte chapa en el cartel de la miniserie. Ahora, juntos, pretenden ir por toda la gloria.

Para "competir hasta el final del campeonato", el productor-gerente-actor Suar se la juega ofreciendo algo inédito en la televisión nacional: la alta definición que "sale bastante más cara, pero resalta mucho más los colores, la nitidez, la profundidad del campo, es lo más parecido a 35 mm". Y El Chueco agrega: "Como actor, no se siente nada diferente. No te mejora la actuación. Pero la imagen es fantástica y cuando surgió la posibilidad no me lo quise perder".

-¿Cuál es el objetivo de una miniserie de tan pocos capítulos?

-Nunca se hizo. A lo mejor porque estamos acostumbrados a miniseries de doce o trece capítulos, que en verdad sería más normal, pero bueno, se dio así. Quisimos probar un mes. Quizás hagamos otros cinco o seis el año que viene. En diciembre ya es fin de año y no tenía sentido hacer muchos más. Vamos a aprovechar este mes y pico que queda en que la televisión es fuerte.

-¿Es una apuesta personal, a la que incluso le ponés el cuerpo, para terminar el año en positivo después de una temporada difícil con el rating?

-Puede ser. Pero no está ligado exclusivamente a eso. Porque cuatro capítulos no te va a cambiar la historia de nada. Sí las ganas de incursionar con la alta definición, trabajar con Nicolás, que es un actor que admiro y quiero mucho.

-¿Tenías necesidad de exponerte?

-Tenía ganas más que necesidad. Tenía muchas ganas de hacer algo. Ya estaba la historia y sabíamos que la íbamos a hacer con Nicolás. Es más, se escribió para Nicolás. De todos modos, cada tanto hago programas y pongo la cara. Y la verdad que me da mucha alegría. Obviamente la expectativa que tenemos con Nico es que nos vaya bien. En un punto queremos sentirnos queridos y tener la aprobación de la gente. Pero no más que eso.

-¿Este año no te sentiste muy querido?

-Sí (susurra, un poco incómodo), siempre me sentí querido.

-¿Cómo te afecta que justo al cumplirse una década de Pol-ka, la confianza del público se haya inclinado sobre Telefé?

-Obvio que no me pone muy contento. Tampoco muy triste. Se sufre cuando va mal, hay alegría cuando vamos bien, pero no más que eso. Esta profesión tiene estas cosas y creer que uno va a tener el absoluto dominio es una locura. No es la primera vez que me pasa ni será la última. Es imposible mantenerse todo el tiempo arriba. Uno se va reciclando, se va golpeando, va acertando. No me preocupa, me ocupa. La carrera del productor no es de 100 metros, por suerte es maratónica.

-¿Qué pasa cuando quedás mucho tiempo segundo?

-Depende para qué, y cómo se mide la carrera. Yo estoy muy orgulloso de la programación que tengo, me parece que es de lujo. Y vamos nombre por nombre y veremos quién tiene mejor programación.

-¿Querés otro año con la adrenalina de cambios de programación repentinos o preferís un 2005 más tranquilo?

-Lo prefiero igual. No le tengo miedo a nada. Me dedico a trabajar. Me gusta y ya tengo el cuero bastante curtido. No lloro en las malas ni en las buenas me excito demasiado. Ni creo mucho cuando va bien o cuando va mal.

Con buen humor, sí, pero muy en serio, Suar deja entrever que, con esta miniserie de alta definición se la juega. Lo sugiere hasta con el nombre del programa. Porque "Sin código" fue la guerra por el rating que le deparó el 2004. Por eso, le pone el pecho a las balas y sale a matar o morir para cerrar un año con todo. A los tiros.

Dos agentes de seguridad que custodian a personalidades de nivel.