 | lunes, 25 de octubre de 2004 | Más que un gesto de amor Fundación Vivero Rosario y Fundación La Capital se unieron para celebrar la semana de las madres y homenajear a diferentes grupos de mujeres que tienen como denominador común la capacidad inagotable de sobreponerse a situaciones adversas y trabajar para mejorar la condición social de sus hijos y procurarles un mañana promisorio. En la Fundación Vivero Rosario chicos con capacidades diferentes junto a sus coordinadores manifestaron la iniciativa de regalar a las madres plantines de su producción, con el objetivo de compensar simbólicamente el regalo material que seguramente muchos hijos no habían podido hacer. Durante una semana una camioneta cargada de flores y chicos recorrió cuatro centros comunitarios de la ciudad y visitó a las mamás que trabajan en ellos.
El debut fue en el Comedor Mamás Desocupadas de Nuevo Alberdi. Juana recibió a los chicos que estaban muy entusiasmados con la propuesta. Además de compartir juntos un momento intercambiaron proyectos con miembros de la fundación que les ofrecieron su producción para vender, como una alternativa más para generar recursos y que también se ofreció a capacitar a un grupo para que comercialice los productos de panificación del pequeño emprendimiento que llevan adelante. Este comedor creado por Juana nació en plena crisis del 2001, intentando encontrar una solución urgente a los problemas de la mayoría de los vecinos del barrio y hoy se sostiene gracias a la capacidad de trabajo de las madres que no perdieron las ganas a pesar de haber perdido sus lugares de trabajo.
Jefas de Familia Zona Oeste también es el fruto de una madre que salió fortalecida y solidaria de situaciones dolorosas y que hoy, reparte comida y consejos a casi 600 personas. Antonia agradeció el gesto de los chicos del vivero y se sintió conmovida por la capacidad de dar amor que manifestaron en todo momento. Ese día, además de la merienda, cada jefa de familia se fue con un regalo a su casa.
El tercer día, el recorrido llegó hasta el Grupo Unido Solidario; la camioneta del vivero, después de muchas vueltas, por fin dio con el lugar de Mary y Miriam, como lo conocen en el Barrio Ludueña Norte. Allí, los chicos se hicieron notar ya que muchos reclamaban un regalito para sus mamás y a veces hasta para su tía o para alguna hermana. A Mary no le faltan hijos pero eso no impidió que pensara en los hijos de otros y armara una y otra vez este espacio que busca contener especialmente a los jóvenes del barrio pero que no deja de tener en cuenta a la familia.
Para cerrar la semana, el lugar elegido fue el Hogar Nuestra Señora de la Roca, donde un grupo de mamás solteras o que atraviesan situaciones familiares adversas encuentran un lugar para vivir sin separarse de sus hijos y donde además tratan de prepararse para afrontar la responsabilidad de acompañar el crecimiento de sus hijos.
Brotes de dignidad
El Vivero Rosario es la fuente de trabajo de 80 personas, entre las que se cuenta a los chicos y también a los docentes, asistentes pedagógicos y psicológicos, administrativos, jardineros, vendedores, cobradores y grupos de voluntarios. Pero además es el sitio donde estos chicos trabajan y comen, encuentran todos los materiales necesarios para desarrollar sus tareas y son contenidos psicológicamente.
“No pagan y además cobran”, explicó Guillermo Cabruja, uno de los impulsores de este proyecto que explicó que todas las semanas los chicos cobran de acuerdo a las actividades realizadas.
Este programa nació en el 2002 con el objetivo de educar y dar trabajo a jóvenes con discapacidad y en situación de pobreza y vulnerabilidad a través de emprendimientos productivos y ecológicos.
Actualmente, todos los esfuerzos apuntan a “Volver a Mirar”, un singular programa que consiste en que los integrantes de la fundación puedan liderar grupos de jóvenes sin discapacidad, convirtiéndose en instructores de jardinería y cuidado del medio ambiente, ofrecer el predio del vivero a escuelas, instituciones y clubes, para actividades relacionadas con la naturaleza y capacitar a los visitantes. Este proyecto fue premiado por el Banco Mundial.
Generar concientización en torno a la temática de la discapacidad y dar respuesta laboral a un sector excluido del mercado, esa es la bandera que levantan aquellos que están comprometidos con este vivero y que defienden mediante la promoción y la inclusión de estos jóvenes, la adquisición de hábitos laborales y de sociabilidad y en consecuencia, una mejor calidad de vida. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La semana de las madres, una iniciativa de los chicos del Vivero Rosario. | | |