Se puso el traje de candidato

Los dirigidos por el Tolo jugaron con la autoridad y el aplomo de un líder

José M. Petunchi / La Capital

Newell's viene redondeando una notable campaña en este Apertura. Los números son por demás elocuentes y lo señalan como uno de los solventes punteros del torneo -el otro es Vélez-. Un sitial que alcanzó hace dos fechas y del que no parece estar dispuesto a bajarse fácilmente. Esto llevó a que no sean pocos los que ya lo postularon como aspirante. Pero ayer, como nunca antes con tanta claridad, sacó chapa de candidato. Se recibió de serio aspirante al título de campeón. Porque pese a que todavía falten siete fechas para la finalización del certamen, demostró que está para pelear hasta el final y contra quien sea. Aún sabiendo que no es lo mismo hacerlo contra los pragmáticos Vélez y Estudiantes que hacerlo frente a los poderosos pero con presente alicaído como Boca o River.

Uno de los atributos que evidenció ayer y que sirve para reafirmar esta sentencia es que demostró que la cima del torneo no lo marea, porque entró al Coloso sabiendo que corría de atrás, que tenía la presión de ganar para alcanzar la punta de la tabla de posiciones, al igual que en la fecha anterior, pero sólo que esta vez ya lo hacía como puntero del certamen. Y no le pesó la responsabilidad. Ganó con claridad y con soltura, sin ataduras ni apresuramientos. Con más eficacia que contundencia, pero con una holgura mayor en el trámite que en el resultado ante un rival como Quilmes -hacía 5 partidos que no perdía-, que en el desarrollo terminó siendo minimizado por las virtudes de un compacto equipo rojinegro.

En realidad, este presente no es casualidad sino producto de la causalidad, puesto que hace bastante tiempo que viene entregando buenas producciones futbolísticas, que mantienen ilusionados a sus hinchas, pero cada día luce más sólido, más compacto. Aparece como un equipo sobrio y convincente, que ayer jugó con la autoridad de un líder y el aplomo de un equipo con más experiencia de la que en realidad exhiben muchos de sus jugadores.

Es como esos pueblitos lejanos de la pampa gringa: es austero, no derrocha lujos ni muestra mucho brillo, pero no gasta más de lo que tiene, es solidario, ordenado, equilibrado, y en los últimos tiempos se las viene ingeniando para entusiasmar a su gente, que vive un romance interminable con este equipo del Tolo Gallego.

La mejor síntesis de lo que desarrolla el equipo dentro de la cancha se pueda fundir en una imagen: en la serenidad y tranquilidad con que Ortega, que estaba apoyado sobre el hombro de Leo Fernández, y Capria, que estaba abrazado con Borghello, miraban cómo se consumían los últimos minutos de una victoria merecida, que lo transformó cada vez más en un serio candidato al título del presente Apertura y que deja aflorar su sueño de campeón. Una sensación que se profundiza con las lacerantes derrotas de ayer de Boca y River.

Newell's es un equipo equilibrado y solidario.