| domingo, 24 de octubre de 2004 | Opinión: El fútbol estaba como la F-1 Luis Alberto Yorlano Es cierto que se emparejó para abajo, pero sirve. En los torneos de primera, Apertura o Clausura, siempre ganaban los mismos. Sólo disfrutaban los hinchas de los grandes. Los demás masticaban las broncas de las injusticias. Boca en los últimos años ganó todo, River algo ligaba y los otros grandes, cuando necesitaban algún campeonato, alguien arreglaba la situación.
En el ambiente había un tufo raro. Racing con un "equipito" salió campeón. En Independiente, su presidente Andrés Ducatenzeiler se tiró toda la AFA encima cuando habló de los "trámites" que había hecho para poder ganar un torneo.
Nuestro fútbol es el reflejo de lo que pasa en el país. La Justicia, seriamente cuestionada, fue metida en la misma bolsa de los arbitrajes de los partidos. La AFA corrigió rápidamente algunas falencias con respecto a los fallos que eran distintos en cuanto a su aplicación cuando se trataba de equipos chicos o grandes.
La camiseta pesa. No es lo mismo que pegue un jugador de Boca o River, que uno de Central o Newell's. Los reclamos de la gente y la tarea del periodismo en cuanto a este tipo de ventajas hicieron que los árbitros y jueces de línea cambiaran de actitud.
Eso hoy está cambiando. A los equipos chicos que cuentan con planteles reducidos, sabemos que las expulsiones los resienten. Por esto los grandes definen los campeonatos en las últimas fechas.
En este torneo las cosas son más parejas y el ejemplo se encuentra mirando la tabla de posiciones. Están todos mezclados. Da la impresión, cuando ya se ha jugado más de la mitad del Apertura, que está para cualquiera. No es descabellado pensar que esta vez no será para los grandes.
Para que quede claro. No sólo esto es distinto por los cambios producidos en los arbitrajes. Muchas cosas cambiaron. Por ejemplo la ventas al exterior se redujeron por dos circunstancias. Por la creación de la Comunidad Económica Europea, todos podían ingresar como comunitarios en los poderosos equipos italianos y españoles, y la falsificación de documentación de muchos argentinos. Se les fueron cerrando puertas en el fútbol de elite y abriendo en otros países de bajo nivel como Rusia y de algunos de Medio Oriente.
El pago no alcanzaba para refuerzos importantes. Solo para algunas incorporaciones de "medio pelo" como ocurrió en Boca y River.
Mientras esto viene sucediendo en los equipo grandes, los otros que trabajan bien en las divisiones inferiores están produciendo en estos momentos la gran diferencia. Newell's, Vélez, Estudiantes y Gimnasia, que hace años están invirtiendo en juveniles, comparten los seis primeros puestos de la tabla de posiciones.
Estos jugadores van creciendo en primera, teniendo de compañeros a los que, como ellos, vienen peleando de abajo. Cuando comenzaban las copas sudamericanas era un bochorno escuchar "presenta un equipo de emergencia" y todos eran de un gran nivel. Esta diferencia hoy no se da, por lo menos por el momento.
El fútbol argentino está por un camino de cambios. Ahora puede ser que evitemos terminar como el uruguayo, donde existen solamente Nacional y Peñarol. l enviar nota por e-mail | | |