| domingo, 24 de octubre de 2004 | Obeid inauguró la plazoleta del teatro El Círculo con elogios para la ciudad En la emotiva ceremonia también estuvieron presentes la vicegobernadora y el intendente Lifschitz "Sin lugar a dudas, en poco tiempo Rosario será la ciudad más importante del interior del país. Lamento que los porteños se estén dando cuenta recién ahora de que esto es un boom". De esta forma el gobernador Jorge Obeid le tiró ayer un tiro por elevación a los agoreros que vaticinaron que la ciudad no estaba preparada para realizar el III Congreso de la Lengua. Lo dijo durante la inauguración de la primera obra importante ligada al evento: la plazoleta del teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), con la que ahora el entorno tiene la misma fisonomía que en 1904, cuando la sala se abrió por primera vez bajo el nombre de Teatro de la Opera.
En el acto también estuvieron la vicegobernadora María Eugenia Bielsa y el intendente Miguel Lifschitz, quien coincidió plenamente con Obeid al momento de calmar a los pesimistas: "Llegamos tranquilos al congreso. Todo lo que prometimos estará en condiciones. Rosario es una fiesta".
Como no podía ser de otro modo, la inauguración tuvo su corte de cinta, un discurso con agradecimientos de parte del intendente y, a tono con el lugar, un concierto de música barroca italiana, alemana y francesa.
Obviamente no faltaron los funcionarios locales, pero tampoco los vecinos. Algunos se acercaron en familia para ver la flamante obra, otros sólo salieron a sus balcones y captaron los acontecimientos, sin dudas desde las mejores plateas.
Obeid le dijo a La Capital que durante el acto se acordó especialmente de los agoreros de Capital Federal. "El esfuerzo del municipio, la provincia, los empresarios y los vecinos fue más fuerte que las pálidas que nos tiraron desde los medios de Buenos Aires. Rosario es como mis hijos cuando eran chicos, no los veía unos días y cuando me reencontraba con ellos estaban más grandes", recordó.
El teatro y los edificios aledaños lucen frentes recién pintados. Las calles que rodean al edificio se nivelaron a la altura de la vereda y se empedraron. Se dio origen así a una senda en la que manda peatón (tienen prioridad los caminantes y los vehículos podrán circular a 30 kilómetros por hora). Este fue ayer el cambio más comentado: mientras la mayoría del público resaltaba el toque antiguo que le daban al rincón los adoquines, otros se quejaban por el perjucio que el material les traería a los trenes delanteros de los autos y a los ciclistas.
Pero las primeras quejas fueron acalladas por el director de la Fundación del teatro El Círculo, Guido Martínez Carbonell, quien aseguró que las nuevas calles disminuyen la vibración en la sala. Además sostuvo que con la plazoleta ahora el público que salga del teatro estará más protegido y ordenado. "Antes apenas se podía caminar por la vereda y uno quedaba muy expuesto al tránsito", señaló.
Otros cambios. En el límite entre las calzadas y las veredas se instalaron mojones. Se colocaron ocho columnas con farolas antiguas y se renovó el diseño del quiosco de revistas ubicado frente al teatro. Esto es sólo parte del maquillaje del lugar.
A partir de la cero hora de hoy las líneas de colectivos que circulaban con desvíos por las obras retomarán sus recorridos normales con la sola excepción de la 146. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Las autoridades cortaron la cinta. | | |