La joven accidentada durante el desalojo de un boliche cuenta su historia

Belén Aladro: "Recibí tanta presión que no pude respirar"

Dice que el local estaba lleno de gente y que era difícil caminar, pero aclara que "en todos lados es igual"

Belén ya está en su casa de Gálvez al 2500 y los Aladro parecen un poco más relajados, aunque su padre confiesa que todavía no pueden dormir de corrido. Durante la madrugada del domingo pasado, la joven de 18 años quedó atrapada en una muchedumbre de personas que pugnaba por salir de un boliche de zona norte. La adolescente pasó casi dos días internada en terapia intensiva tras sufrir asfixia por compresión y escoriaciones. "Al caer, recibí tanta presión que no pude respirar y se me hicieron derrames en los ojos", contó la chica a quien le cayó encima una montaña de cuerpos cuando pretendía salir de la disco Jade.

Belén tiene todavía un raspón en su abdomen y le cuesta recordar lo que sucedió cerca de las 5.30 del domingo pasado en el boliche ubicado en Colombres al 1300. Aquella madrugada, inspectores municipales visitaron el local y advirtieron a sus responsables que debían cortar la música y evacuar a la gente que estaba en su interior. La intimación provocó confusión, caos y los chicos se desesperaron por salir. Todo terminó en una batahola.

-¿De qué te acordás Belén?

-No me acuerdo ni de la salida, ni de los empujones. Sólo que estaba con una amiga en el boliche y que todavía no se había cortado la música.

-¿Había mucha gente?

-Estaba lleno. En algunas zonas hasta era complicado caminar.

-¿Te acordás cuando anunciaron que tenían que salir del local?

-No. Sólo escuché que cantaban las hinchadas de Newell's y Central, pero no sé si se agarraron a las piñas.

-¿Volverías a Jade?

-Sí, en todos lados es lo mismo.

-¿Se toma mucho alcohol adentro?

-No creo, porque es caro. Pero todos van a un drugstore y de ahí al boliche.

-¿Qué hablaste con tus padres de lo que te pasó?

-Mi papá me dijo que iba a hacer una denuncia para que haya más seguridad en los boliches y que no permitan ingresar a menores.

-¿Viste menores de edad esa noche?

-Sí, siempre es así y además pasa en todos lados.

Belén estuvo casi dos días en terapia intensiva. "Tuve tanta presión que no pude respirar, y tengo los ojos rojos por los derrames que se me hicieron", apunta. Su papá Alberto es especialista en seguridad. Y después de esta experiencia se entrevistó con el secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza, y le ofreció colaboración para mejorar las condiciones de los boliches.

"Mejorar la seguridad no es caro -explica-. Es cuestión de ver las normas y adaptar los locales. Clausurando no se gana nada, porque vuelven a abrir con un recurso de amparo. Pagan las multas y todo sigue igual. Obviamente hay que controlar que una disco que tiene habilitación para 500 personas no tenga en su interior a 4 mil.

-¿Qué cree que pasó en Jade?

-Hubo una falencia. Las salidas no están hechas para una emergencia. Además, el personal que se contrata en un boliche se elige por la musculatura, pero no son expertos en cómo actuar ante un problema. En este caso, empezaron a evacuar de atrás para adelante, hicieron arreo de ganado.

-¿Qué le sugirió al secretario de Gobierno municipal?

-La Municipalidad, las discos, Defensa Civil, y los colegios tienen que trabajar en conjunto sobre conductas y sistemas de evacuación. Sería lamentable que todos los boliches sigan habilitados y esto se olvide, porque la próxima puede ser una víctima fatal.

Belén, de lentes y abrazada por sus padres, se repone de las heridas.