| sábado, 23 de octubre de 2004 | Análisis. UNR, del diálogo al escándalo en el seno académico El eclipsado debate de la Asamblea Universitaria La discusión por el presupuesto y la organización interna de la UNR, opacada por los insultos y agresiones Matias Loja (*) El sociólogo Pierre Bourdieu entendía a la universidad como un campo de batalla, intelectual y académico, por los distintos espacios de poder en ella conviven. Pero pareciera ser que este campo de enfrentamientos viene sufriendo, desde hace algún tiempo, una suerte de relectura por parte de algunos sectores que, aparentemente, han decidido tomar de manera literal las palabras de sociólogo francés.
De hecho, si existiese la posibilidad de escoger una imagen que refleje de manera fehaciente el desarrollo de la Honorable Asamblea Universitaria del pasado martes, sin duda alguna la figura del rector de la UNR "echado" a huevazos del estrado del Salón de Actos de la Facultad de Ingeniería sería una fiel postal de la misma. Imagen que, en definitiva, terminó opacando un debate por demás de interesante y necesario para la vida de la Casa de Altos Estudios local.
Es que tras un prolongado paréntesis, el órgano máximo de la Universidad Nacional de Rosario, constituido por los representantes de los distintos claustros, se aprestaba a debatir el trabajo realizado durante casi tres años por una comisión Ad Hoc conformada en el 2001, cuyo fin era el análisis del presupuesto y la organización interna de la universidad.
Dentro de los temas que finalmente fueron aprobados por la Asamblea, valen ser destacados: la restricción en la designación de cargos docentes sólo para quienes cumplen funciones docentes (producto de una de las más comunes irregularidades que afectan a varias facultades), y la normalización y reglamentación de ingresos obtenidos por la venta de recursos a terceros a través de la creación del Sistema Integrado de Vinculación Tecnológica, el punto tal vez más controversial que desató la ira de algunas fracciones estudiantiles, al considerar que de esta forma se "legitimaba la mercantilización educativa".
Duras críticas Asimismo, desde el arco opositor a la actual gestión de la UNR, a lo largo de las casi dos horas de deliberación, manifestaron duras críticas que incluyeron acusaciones de malversación de fondos, exigencias de tratar los despachos particulares de la comisión ad hoc que destacaban designaciones nocivas e irregulares, la existencia de actividades por fuera de todo proceso de selección y evaluación, y pedidos de aumento presupuestario; todo esto en medio de mociones pasadas casi por alto, aunque el cuadro que coronó el debate universitario, con la irrupción de medio centenar de estudiantes en el escenario del salón, disparó la discusión académica hacia otros carriles.
"Yo creo que hubo una mayoría que actuó de acuerdo a lo que uno espera que sea un asambleísta universitario. Y hubo una minoría que evidentemente intentó por todos los medios de obstaculizar el desarrollo de la misma", manifestó el rector Ricardo Suárez en referencia a los hechos apresuraron la finalización de la Asamblea.
Ante esta situación, es necesario replantear nuevamente la viabilidad de ciertos mecanismos de protesta, que no sólo acaban lamentablemente por relegar a una segundo plano reivindicaciones y exigencias muchas veces justas y legítimas, sino que además pueden, llegado al extremo, ser funcionales a los intereses que justamente pretenden enfrentar.
Porque es necesario que en la propia universidad se dé un debate serio sobre las principales problemáticas que la afectan, sin que esta "batalla" de ideas, espacios y proyectos se vean eclipsados por hechos que hagan a la comunidad universitaria, y a la sociedad en general, virar el eje de discusión.
(*) Comunicador social enviar nota por e-mail | | Fotos | | La sala, luego de la asamblea que debía discutir sobre el estado de la UNR. | | |