| sábado, 23 de octubre de 2004 | En el Día de la Lealtad El 17 de octubre en nuestro país, el grueso de los argentinos recuerda y conmemora, como todos los años, el Día de la Lealtad, vale resumir en un pequeño "racconto" lo acontecido en esa fecha. En 1945 un pueblo entero salió a la calle abandonando sus hogares, y sus trabajos reclamando por la libertad de su líder, preso en la isla Martín García por sus pares militares, que gobernaban Argentina por ese entonces. El preso era el coronel Juan Domingo Perón, que ya había ganado el aprecio y el reconocimiento de su pueblo, degradado y sumido en la pobreza, la segregación de las clases sociales, muy ricos unos, con todas las prerrogativas, y muy pobres otros y sin derechos que los asistieran. Sin embargo la voluntad y la decisión de los pueblos es inquebrantable cuando se coartan sus libertades y se cercenan sus derechos. Pero preguntémonos quien era Perón, un oscuro pero inteligente oficial del ejército argentino, componente de la horda que en 1943 se levantó en armas derrocando al presidente doctor Ramón J. Castillo, vicepresidente del doctor Ortiz, quien falleciera meses antes. Perón solía decir "dentro de la ley todo, fuera de la ley nada" y esa insurrección, obviamente, causó heridas profundas a los derechos constitucionales, pero de esa conjura, aunque nos cueste, debemos aceptar la realidad, de ella emerge el hombre que cambiaría los destinos políticos y sociales de nuestra patria. Con la venida de Perón, desde sus distintos cargos en el gobierno fueron concretándose proyectos y tomándose medidas a favor del pueblo, que inmediatamente lo reconoció como único e indiscutido líder. Por entonces, una figura diminuta, también cuasi desconocida actriz, se puso al servicio del coronel: esta relación avanzó hasta que llegaron a ser legítimamente marido y mujer. Esta gran mujer, discutida, querida y odiada por algunos, llegó a ser la primera dama de un país floreciente, respetada y reconocida en todo el mundo como Eva Perón, para su pueblo Evita. Y fue ella, que murió tan joven -apenas de 33 años-, tan débil pero con tanta fuerza moral y espiritual la que levantó a un pueblo para libertar a un hombre, y gracias a su esfuerzo que el pueblo acompañó, ya se empezaba a escuchar la palabra lealtad, hasta que por ley el día 17 de octubre pasa a ser el Día de la Lealtad. Cabe recordar que los pueblos oprimidos al final revientan, ejemplos la Rusia zarista, la toma de la Bastilla en Francia, Rumania y diciembre de 2002 en nuestro país. Lealtad significa "que actúa honorable y fielmente, es la condición de ser leal".
Armando Brasesco
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