| miércoles, 20 de octubre de 2004 | Un jubilado ahuyentó a balazos a dos ladrones Luis Mónaco, un vecino histórico de barrio Ludueña, nunca había usado su arma comprada hace 40 años Luis Mónaco, un jubilado que vivió toda su vida en Ludueña, guardaba un revólver calibre 22 un poco vetusto desde hace más de 40 años, con licencia de portación incluida. Nunca lo usó hasta que un par de ladrones intentaron irrumpir violentamente antenoche en su casa de Casilda al 5300. Fueron dos disparos efectuados al voleo que sirvieron para que los ladrones huyeran sin que se llevaran nada de valor.
Mónaco y su mujer vivieron una situación límite el lunes alrededor de las 21. La pareja vive sola en un chalecito de clase media y, como la mayoría de los habitantes de la cuadra, son vecinos históricos de barrio Ludueña. "Antes, en verano nos sentábamos en la vereda a ver la televisión. Ahora son las ocho de la noche y te tenés que encerrar en tu casa", comentó ayer a la mañana don Luis, un hombre delgado, canoso y de hablar tranquilo. No parece el mismo que repelió a tiros la invasión de su casa.
"Estábamos con mi mujer mirando Los secretos de papá por televisión cuando Pompi comenzó a ladrar", recordó Mónaco. Pompi o Pompón, como también lo llaman sus amos, es un perrito cocker color marrón al que los Mónaco crían desde hace siete años. Luis le abrió la puerta de calle, que se comunica con el garage de la vivienda, pensando que el can había olfateado algún gato.
Pero en realidad la mascota estaba nerviosa porque dos intrusos habían traspuesto el tapial del frente y avanzaban directamente hacia la puerta. Todo sucedió en un instante. "Fue algo terrible, todo eso pasó en un segundo como en un pantallazo", admitió el dueño de casa.
"Cuando abrí, me encontré con un tipo armado y otro un poco más atrás. Alcancé a forcejear y cerrar, así que el ladrón se fue para el frente como para entrar por el ventanal. La persiana estaba baja por la mitad, pero uno de los tipos rompió el vidrio con la culata de un revólver. Eso lo vi clarito", rememoró Mónaco, quien aseguró que tras el episodio no pudo pegar un ojo en toda la noche.
Al continuar con su relato, el jubilado recordó que el ladrón armado metió medio cuerpo a través de la ventana y alcanzó a agarrar el televisor de 20 pulgadas en el cual la pareja veía unos segundos antes una novela. "Cuando vi que el tipo se metía en casa agarré el revólver que tengo a mano hace cuarenta años y le disparé dos veces al aire como para asustarlo. Hice un tercer tiro, pero se trabó. Y el tipo rajó, dejando el aparato tirado en el piso", relató.
Mónaco aseguró que siente un poco de temor. Agentes de la seccional 12ª secuestraron el 22 de su propiedad. "La única forma en que me siento seguro es teniendo un arma. Siempre tuve en claro que para lo único que la quería era para defensa propia", dijo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Don Luis usó el viejo revólver 22. | | |