| miércoles, 20 de octubre de 2004 | Central bajó al líder Sergio Faletto / La Capital Central lo terminó a lo Tato Bores: vermú con Papa fritas y good show. A los 88 minutos, cuando nadie lo imaginaba, Emiliano Papa dejó paralizado a Sessa, a todos los hinchas locales y también al líder Vélez. Con un toque exquisito por sobre la cabeza del arquero demostró que el equipo de Angel Tulio Zof es capaz de una y mil sorpresas. Como la de anoche, porque le trajo al líder del campeonato una derrota a domicilio y se erigió para los de Liniers en el peor de los mensajeros.
Los canallas edificaron una notable victoria sustentados en su enorme amor propio y en esa firme convicción que recorre a todo el plantel y que se resume con que nada es imposible.
Central le jugó a Vélez de igual a igual. Haciendo caso omiso a esa diferencia de puntos que hay en la tabla pero que anoche desapareció en el campo por arte auriazul. Ante cada intento profundo de Vélez, los de Angel Tulio Zof le asestaron una réplica aún más profunda. Y así de esta manera, lo fue impregnando de precaución a los locales y a su vez ganándose el respeto de un equipo que vino a jugar con dignidad.
Central le pegó un fuerte golpe a la ilusión de Vélez. Y lo hizo con la entrega de Fassi, la solidez de Ferrari, los cruces de Raldes, el pragmatismo de Ledesma, el dinamismo de Andrés Díaz y la humildad de Papa. Argumentos sólidos para encontrar una rutilante victoria en el epílogo de un partido atravesado por el equilibrio y matizado por las emociones.
El partido arrancó con todo vértigo. Vélez tratando de imponer su condición de puntero y empujando hacia el arco de Ojeda con más inercia que claridad. A puro compromiso de líder. Pero Central rápidamente comprendió que el secreto estaba en demostrarle que podía contrarrestar cualquier embate saliendo rápido y demostrando que el equipo de Fanesi también es vulnerable. Por eso la primera llegada clara fue de los canallas, cuando a los 4 minutos Papa metió un zurdazo que si no se desvía en un adversario, la pelota entraba en el arco de Sessa. Primer acto de peligro para notificar al local de que lo que venía no iba a ser sencillo.
Y así fue. Los primeros cuarenta y cinco minutos transcurrieron en una paridad táctica donde la mayor dinámica de los de Liniers les otorgaba una imagen más consistente. Pero era sólo eso. Una sensación más efectista que contundente.
En el complemento, cambios mediantes, al principio lo tuvo Vélez. Pero después lo hizo Central. En el preciso instante cuando todo indicaba un empate, importante por cierto. Pero no. Papa no lo quiso y Central tampoco. El gol llegó como la muerte, sin avisar. Y así Central otra vez fue noticia con un victoria tan rutilante como necesaria. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Vitti saluda a Papa, la figura de la noche en Liniers. | | |