| domingo, 17 de octubre de 2004 | Bebés más sensibles Expertos en educación y arte aseguraron que los bebés que pueden contactarse con la música, la pintura y la literatura refuerzan el vínculo con sus padres, aumentan su sensibilidad artística y facilitan la expresión y el futuro desempeño escolar.
Los especialistas Fabrizio Origlio y Alicia Zaina señalaron que a la hora de criar a un bebé, la leche y los pañales por sí solos no alcanzan y manifiestan que el arte es una herramienta privilegiada para desarrollar los sentidos y el contacto con los padres.
Origlio identificó dos ejes en la crianza: uno asistencial vinculado a la supervivencia orgánica del bebé basado en la alimentación y la higiene, y otro sociocultural que compensa las otras necesidades como acercarse al mundo, expresarse y vincularse con las personas y los objetos del entorno.
"Los bebés tienen todas sus capacidades perceptuales desarrolladas, y durante los dos primeros años de vida aprenden de todo lo que los rodea", explicó el especialista.
"Aprenden a hablar, si les hablamos, a bailar si bailamos con ellos, a cantar si nos escuchan hacerlo, a distinguir los colores si les mostramos un cuadro o un libro o un dibujo".
Por su parte Alicia Zaina habló de la importancia que recobra la palabra escrita y hablada, sobre todo en los primeros años de formación, trascendentales para el presente y el futuro de los niños.
"El primer contacto de los chicos con la literatura es a través de las canciones de cuna que vienen de la tradición oral o que fueron escritas por poetas y compositores tradicionales o contemporáneos", comentó Zaina.
Zaina y Origlio son coautores, junto a Patricia Berdichevsky y Ana María Porstein, del libro "Arte desde la cuna", una propuesta con sugerencias y juegos para estimular el aprendizaje de los más pequeños.
El volumen, dirigido a padres y maestros, sugiere que a los bebés hay que hablarles y cantarles, aún durante el período de gestación, leerles cuentos, mostrarles fotos y cuadros y jugar con ellos con elementos sencillos como pañuelos de colores y títeres. "No importa si a la mamá le gusta Bethoven o la cumbia villera -precisó Origlio-, lo importante es que le cante cada vez que le cambia los pañales o se va a dormir la siesta o baile con él porque de esta manera le transmite sensaciones que son tan únicas como el vínculo que los une". enviar nota por e-mail | | |