| domingo, 17 de octubre de 2004 | La piedra del escándalo El escándalo comenzó el miércoles de la semana pasada, cuanto Puntodoc puso al aire una cámara oculta que mostraba al cirujano plástico Alberto Ferriols, al que no se identificó. El rostro del médico apareció borroneado, mientras el programa incluyó testimonios que lo acusaban de mala praxis y de recibir favores sexuales de sus pacientes.
El momento de mayor impacto de la cámara oculta -el más citado por los posteriores programas que abordaron el escándalo- fue el pasaje que mostraba al médico con una paciente travesti, en una escena que según el programa mostraría que el cirujano hacía bonificaciones en sus honorarios a cambio de favores sexuales.
Ferriols y su esposa, la ex vedette Beatriz Salomón, se presentaron en el programa siguiente del mismo canal, "Intrusos en la noche", para negar las acusaciones. "Ese no soy yo", balbuceaba el médico ante las imágenes de Puntodoc. "Hubo una cosa paradójica -observa Sirvén-. Puntodoc tuvo prohibido mencionar al médico y mostrar su imagen, por una intimación judicial, pero los demás programas no estaban impedidos. Entonces se armó como un tándem involuntario, o no sé si involuntario, entre un programa pretendidamente serio como «Puntodoc» y otro pretendidamente frívolo como «Intrusos». Además se sumó el programa de Mauro Viale, con un evento que sirvió para el escándalo y la exhumación de personajes que estaban guardados, como las ex chicas de Olmedo, todo el folclore de estos casos desopilantes y también tristes". Ferriols se descompuso en cámara. enviar nota por e-mail | | |