| domingo, 17 de octubre de 2004 | Soberbia imperial Con la soberbia característica de los voceros imperiales el cónsul del reino de España en la ciudad de Córdoba (antes Córdoba de la Nueva Andalucía), realizó recientemente una reivindicación de la colonización de América. El funcionario diplomático de la Corona expresó que "mucho peor estaríamos bajo civilizaciones incaicas, aztecas, sioux, apaches o mapuches". En su afirmación de tono racista y xenófobo entre otras cosas formula una generalización poco afortunada. En primer término, ¿quiénes estaríamos mejor? ¿ellos o nosotros?, ¿acaso los desposeídos de estas tierras? Córdoba, como otras tantas ciudades poscolombinas fue fundada por Gerónimo Luis de Cabrera luego del exterminio de las etnias aborígenes, a las que no se les preguntó jamás cómo deseaban vivir. Se las persiguió, aplastó y sometió para despojarlas de sus territorios y recursos. Además, existen diferencias entre las culturas que el enviado del Imperio enumera. Incas y aztecas poco o nada tienen que ver con mapuches, sioux y apaches. Lo único en común es ser víctimas de la barbarie imperial sedienta de lucro y riquezas. La ignorancia es una plaga que persiste a través de los siglos, por lo general de la mano de poderes sanguinarios. Han transcurrido ya 512 años de la llegada de los conquistadores. Estas tierras llamadas por entonces Abya Yala han sido regadas de sangre inocente, por la codicia y el fanatismo. Aún hoy sufren la expoliación de los trusts, banqueros y mercenarios. Padecemos también el escarnio y la soberbia de personajes mediocres como el que mencionamos. Bueno sería recordar entonces la utopía guaraní de la tierra sin mal y el apotegma Maya Quiché de mandar obedeciendo lo que significa el fin de la opresión y el respeto a la voluntad de los libres de la tierra.
Carlos A. Solero
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