| sábado, 16 de octubre de 2004 | "Con asesoramiento, lo resolvía de otro modo" "Me sentí totalmente indefenso, avasallado y sin ningún amparo", enumeró sus sensaciones Antonio Patricelli al recordar de principio a fin cómo fue la operatoria para extraer los 25 mil pesos con los que ansiaba pagar algunas deudas, arreglar su casa de pasillo y conocer al fin Bariloche y las Cataratas del Iguazú. "Entiendo que no es una cifra para tenerla toda junta en el bolsillo, pero yo no quería retirar todo el dinero. Siento que si me hubieran dado asesoramiento lo habría resuelto de otro modo", se lamentó.
Lo primero que hizo Patricelli al llegar al Nuevo Banco de Santa Fe fue dirigirse al subsuelo, donde antaño cobraba sus sueldos como estatal. Le preguntó allí a una mujer policía dónde podía cobrar un cheque por una suma importante. Según contó, la agente le preguntó si era por un monto inferior o superior a 2 mil pesos y, ante su respuesta, lo envió al hall central.
Allí volvió a formular su pregunta a una recepcionista, que le preguntó si la suma era superior a los 60 mil pesos. "No, es inferior. Pero para mí es muy importante", cuenta que le dijo. Le informaron que debía hacer la cola allí mismo.
Al llegar a la caja, la empleada le preguntó si quería depositar la suma en alguna cuenta. Patricelli tenía una caja de ahorros, la que había abierto la EPE para pagarle sus salarios. Pero ignoraba si seguiría funcionando o no. Un empleado averiguó su número de cuenta, pero ante la duda decidió quedarse con el dinero en mano.
"Me dieron el dinero envuelto con una gomita, a la vista de todo el mundo. No tuve dónde contarlo ni fijarme si había algún billete falso. El banco no me dio ninguna seguridad", reprochó la falta de un lugar privado donde realizar la operación por los 25 mil pesos, que impresiona como una suma altísima pero es ser de movimiento frecuente para los bancos y sus clientes comerciales. "Me siento dañado moralmente. Esto me provocó mucha tristeza", cerró entre lágrimas el jubilado. enviar nota por e-mail | | |