Un fallo que ya apuntó a la seguridad bancaria

Este diario informó ayer en su tapa que la Justicia obligaba a un banco a restituir e indemnizar a un jubilado por los 700 pesos robados de su cuenta por una banda que manipulaba cajeros automáticos. La sentencia se basaba en la ley de defensa del consumidor y favorecía a un ingeniero retirado, Víctor Slepoy, que sufrió un fraude tras entrar a un cajero del Banco Bisel en Mitre y Santa Fe en septiembre de 2002.

Lo que se determinó fue que la tarjeta de Slepoy había quedado retenida por personas que usaban pegamento en la ranura de los aparatos y que luego, al fingir un intento de ayuda al cliente, le sonsacaban la clave. El jubilado perdió así 700 pesos. Luego presentó una demanda contra al Bisel, cuestionando su política de seguridad, ya que no había instalado cámaras y dispositivos para bloquear la tarjeta al ser retenida.

El juez de Circuito Nº4, Eduardo Martínez Thoss, sentenció al Bisel a restituir los 700 pesos al cliente, más intereses devengados desde el día del hecho, más 300 pesos por daño moral. Este fallo, si queda firme, podría operar como precedente para futuras acciones en las que los bancos, frente a situaciones de robo, sean acusados de perjudicar a su clientela por deficiencias de su política de seguridad.

"Vi la nota que salió en el diario, y ahora estoy planeando iniciar acciones legales", remarcó Patricelli.