| sábado, 16 de octubre de 2004 | Ley de lemas Volvió la lucha entre unitarios y federales, siendo la principal protagonista, la ley de lemas. Algunos políticos tratan de evitar que este reclamo popular en derogar la ley de lemas no prospere, porque gracias a esta norma muchos políticos pudieron anotarse como candidatos en diferentes listas del mismo lema, acaparando diferentes cargos y recibiendo votos sustanciales provenientes de otros sublemas, del mismo lema, para salir triunfante, lo que significará que el éxito logrado no fue químicamente puro. Si la necesidad de cambiar esta ley no prospera es engorrosa, engendra enfrentamientos parlamentarios, molesta para algunos. Hagamos una consulta popular porque como ciudadanos tenemos el derecho de participar cuando los problemas son de trascendental importancia para la provincia. ¿Cuáles son las verdaderas razones por las que algunos se oponen al cambio de la ley con tanta vehemencia? ¿Acaso será que no quieren dejar el reinado si cambiamos el sistema que ya cumplió los fines perseguidos? Felicito al señor gobernador cuando repite que está dispuesto a cumplir con el pueblo bajando el telón de este sainete. Porque esa fuerza para evitar la derogación de la ley de lemas no se interesa en modificar la carta orgánica de nuestro Partido Justicialista, para lograr con justicia que los futuros cargos a senador, diputado, concejal, surjan por elecciones internas de cada seccional para que estos sean los legítimos representantes del partido político al que pertenecen y terminemos con protegidos y recomendados. Este es un desafío, a ver quién recoge el guante.
Apolo Martínez Carbonell
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