Mujeres y una nueva imagen

Rosario se viste de fiesta, crece. Rosario protagonista nuevamente y en las vidrieras del mundo. El puente a Victoria, el Congreso de la Lengua, hoteles colmados, megamercados que desembarcan, alegría, fútbol, artistas y muchos condimentos más. Todos rosarinos. Hemos orado por esto, hemos abrazado la ciudad, hemos clamado a Dios y seguimos haciéndolo por nuestra ciudad. Hasta otras provincias se quieren contagiar del gozo. Porque la buena noticia va, corre y transforma, salva y sana. ¿Aflicciones? Habrá. Pero no importa, la promesa es real. Jesús ha vencido y nos hace con El más que vencedores. Por esto las damas del continente tendrán en este mes de octubre, del 21 al 24, la posibilidad de agradecer a Dios por su amor, su fidelidad, su auxilio. Podremos fortalecernos en Dios y darle gracias porque El nos escogió. Rosario de fiesta, la fe en marcha. Porque sin fe es imposible agradar a Dios. El congreso de la vida del 21 se acerca, y con ello regalos del cielo. Hay expectativas. ¿Qué hará Dios en este Congreso? Sólo hay una forma de saberlo. Un simple espectador cree en Dios pero no gusta de su bendición. Pero ser protagonista de la historia es creerle a Dios. Creer en sus promesas y comenzar una nueva vida en victoria. Si no pruebo el gusto del vino fresco y puro no podré catar su espléndido sabor, si no pruebo el pan caliente desde el horno seguramente estaré comiendo pan sin sabor. Necesitamos de Jesús. Por esto es urgente que las familias se salven y que los hijos dejen de sufrir el mundo que los acosa. El congreso de la vida, el congreso del antes y después glorioso, donde Dios les dará a las mujeres que han entregado su corazón a El las pautas para no sólo vivir una vida feliz sino también poder salvar a las familias.

Fabiana de González