| sábado, 16 de octubre de 2004 | Regalías: discuten un sistema voluntario Productores y obtentores vegetales discuten un nuevo borrador para regular el mercado de semillas La fuerte ofensiva de Monsanto para cobrar regalías por la patente de la soja resistente a glifosato provocó el rechazo de las entidades de la producción y la mayoría de los semilleros, pero logró por el espanto acelerar la búsqueda de consenso entre los dos sectores para discutir un nuevo sistema de protección a las innovaciones vegetales.
En los 90 días de impasse que se abrieron luego de la reunión de todos los integrantes de la cadena, las reuniones se suceden en el ámbito del Instituto Nacional de Semillas (Inase) para reemplazar el fenecido proyecto de regalía global que impulsó la Secretaría de Agricultura durante más de un año.
Con los distintos proyectos sobre la mesa, se aceptó como "borrador potable" para el inicio de las negociaciones una propuesta alumbrada en las filas del ruralismo confederado, que consiste en establecer un mecanismo voluntario de pago de canon tecnológico. El sistema permitiría compensar la inversión de los obtentores en investigación y desarrollo, pero que al mismo le brinde al productor un camino alternativo por fuera del sistema.
"Sería algo parecido a lo que se pensó en su momento para los peajes, con la ruta concesionada y supuestamente mejorada con todos los servicios, pero con la obligación de dejar un camino alternativo para quien no quiera usar esa vía", señaló una fuente cercana a las negociaciones.
El "camino alternativo" serían en este caso las "variedades libres", no renovadas tecnológicamente pero tampoco obsoletas, que el productor que no adhiera al sistema podría seguir sembrando.
En cambio, el productor que adhiera al sistema de reconocimiento tecnológico tendrá acceso a las variedades de avanzada, derecho al uso propio, y pagará un canon, limitado en el tiempo, no a un fondo, como proponían las regalías globales, sino directamente dirigido a la empresa vendedora de la semilla. Aunque todavía está en discusión el sistema de pago, una de las alternativas es que se realice al momento de la primera venta del grano. De esa forma, en el formulario 1116 se incorporaría el detalle de la variedad que sembró, de modo tal que el aporte del productor iría directamente al semillero que la produjo. El control se realizaría a través de un análisis en el punto de recibo, para detectar infracciones en el caso de productores que hayan elegido el camino alternativo.
El pago sería único, sin discriminar entre el germoplasma y el evento biotecnológico que lleve incluido, lo cual habilitaría una instancia de distribución secundaria a definir entre los mismos semilleros.
La propuesta adelanta algunos ejes que permiten abrir la discusión entre los productores y las compañías de semillas, aunque no es la definitiva. Entre algunas entidades de la producción existe cierta resistencia a consagrar la figura de la retención en la primera venta del grano. Desde las empresas de insumos, la llave está en el sistema de compensación que acuerden tanto por las variedades libres como en el reconocimiento de determinado evento.
En el sector reconocían que, de decidirse por un sistema de esta naturaleza, se avecinará una dura discusión con Monsanto, sobre todo porque dentro de las variedades libres habría incluidas las que lleven el gen RR. "Acá hay un partido en el que estamos a la mitad, una parte de la soja transgénica ya la absorbió el mercado como propia, se trata de armar un sistema para desarrollos futuros", dijo la fuente.
Con la propuesta en la mano, la semana próxima las entidades de la producción y de la compañías de semillas volverán a reunirse la semana próxima ya con algunos números en la mano. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El mercado de semillas está que arde. | | |