Reacción popular en San Francisco contra una sentencia de la Justicia

Los vecinos rechazaron la decisión de liberar a una mujer que fue incriminada en el asesinato de su hija

Luis Emilio Blanco / La Capital

San Francisco.- Alrededor de doscientas personas reaccionaron violentamente la noche del lunes contra los efectivos policiales y el Palacio de Justicia de esta ciudad cordobesa, tras conocer el fallo mediante el cual el tribunal absolvió y dejó en libertad a Marcela Juncos.

La mujer había sido acusada de tener algún grado de participación en el asesinato de su hija o, al menos, de conocer el accionar de su ex concubino, considerado autor material de la violación, el homicidio y el posterior ocultamiento del cadáver de la chica de 13 años. José Cortez se ahorcó en la celda de la Unidad Regional VI, horas después de haber sido detenido por el aberrante hecho ocurrido en marzo del año pasado.

Tras el fallo, la indignación se apoderó de la masa de vecinos que siguieron el caso con atención y se mantuvieron expectantes durante todo el día en la sala de audiencias de los Tribunales, en el que se leyeron los alegatos, se escuchó el testimonio de la acusada y la decisión final de absolver a Juncos.

La reacción del auditorio fue con gritos pidiendo que se hiciera justicia, generándose un desorden que terminó cuando el magistrado ordenó desalojar la sala. Poco después, la gente enardecida empezó a arrojar piedras contra el edificio rompiendo gran cantidad de vidrios y causando heridas a tres efectivos policiales que debieron ser hospitalizados.

En medio de la batahola se vivieron horas de gran tensión, a tal punto que tanto los integrantes del tribunal como la mujer liberada no pudieron abandonar el lugar hasta cerca de la medianoche del lunes pasado.

La Guardia de Infantería de la policía sanfrancisqueña reprimió con gases lacrimógenos a los manifestantes que se dispersaron al grito de "María Victoria hará justicia", y detuvo a unos tres vecinos.

Todo había empezado el 18 de enero de 2003 cuando fue denunciada la desaparición de la menor.

La hija de Juncos, María Victoria, fue econtrada muerta el 15 de marzo del año pasado, luego de permanecer desaparecida casi dos meses. El cuerpo fue hallado enterrado a un metro de profundidad en un sitio de difícil acceso. Por el crimen fue detenido su padrastro, quien ese mismo día se ahorcó en la celda en la que estaba alojado.

Tras el hallazgo del cadáver, Juncos fue juzgada mediante la modalidad de juicio oral vigente en la provincia de Córdoba por la Cámara del Crimen de la Quinta Circunscripción Judicial.

El lunes pasado, a pesar de haber sido feriado, el proceso siguió adelante y después de varias horas de alegatos el juez leyó el fallo, en el que se consideró el principio de la duda "al no existir en la causa elementos incriminantes sustanciales", según explicó posteriormente el abogado defensor Walter Guzmán, quien basó la estrategia en los datos que acreditaron que el verdadero autor de la violación, homicidio y entierro fue José Cortez.

En su alegato, la fiscalía a cargo de Víctor Pezzano había pedido 16 años de cárcel para la mujer por considerarla partícipe no necesaria del homicidio calificado por el vínculo. Juncos fue absuelta y liberada inmediatamente, aunque debió permanecer en el edificio de los Tribunales por razones de seguridad. Se presume que pocas horas después abandonó la ciudad.

Durante la mañana de ayer el superintendente de Tribunales, Jorge Merino, leyó un comunicado mediante el cual rechazó la actitud de los vecinos y sostuvo que "es inaceptable que la gente reaccione de esta manera; para oponerse a la decisión del tribunal existen medios legales".

El funcionario indicó que en la manifestación participaron alrededor de 200 vecinos, "por lo que no puede ser considerada una pueblada". Dentro de diez días habrá una nueva reunión en el ámbito tribunalicio donde se leerán los fundamentos de la decisión del jurado.


Inocencia
"Soy inocente. Lo dije siempre. Soy inocente. No maté a mi hija, amo a mis hijas más que a mi vida", afirmó Marcela del Valle Juncos a los periodistas que solicitaron su declaración después de conocerse la resolución del juicio.

"Se hizo justicia", aseguró, y dijo que "a María Victoria la amo más que a mi vida. Creo muchísimo en Dios y pienso que El es el dueño de todas las cosas, el dueño de nosotros y está por sobre todas las cosas. Me voy de acá y no sé cómo va a ser mi vida".

Luego de conocerse el fallo, los vecinos se agolparon frente a los Tribunales para manifestar su desacuerdo.