| miércoles, 13 de octubre de 2004 | Un grupo islámico decapitó a un iraquí acusado de espiar para EEUU La víctima era un seguidor del clérigo rebelde Al Sadr. Los terroristas mostraron su atrocidad por Internet Dubai. - Un grupo islamita sunnita iraquí anunció ayer que decapitó a un miembro del movimiento del clérigo rebelde shiíta Moqtada Al Sadr porque, según afirmó, espiaba para EEUU y "como advertencia hacia otros". En un comunicado difundido por Internet, el grupo ejército de Ansar Al Sunna aseguró que el iraquí Alaa Al Maliki, seguidor de Sadr, era "uno de los más peligrosos espías que trabajan para las fuerzas estadounidenses en Irak contra los sunnitas". El grupo, que también decapitó el lunes a un contratista turco y su traductor iraquí, dijo que Maliki "mató a muchos sunnitas en su colaboración con EEUU".
"El era un seguidor de Sadr que se unió al ejército de EEUU tras la caída de Bagdad y que ayudaba a recolectar armas y municiones para dárselas a las fuerzas de los cruzados norteamericanos", acusó el comunicado.
El texto pareció aludir así al desarme pactado el domingo por la milicia de Sadr en Bagdad, que comenzó a cumplirse con lentitud el lunes. "Después de interrogarlo, se le cortó la cabeza como advertencia para otros", agregó el texto, fechado ayer.
Una foto de Maliki sentado entre militantes encapuchados que le apuntan con fusiles acompañó al comunicado, cuya autenticidad no fue confirmada por fuentes oficiales iraquíes ni por miembros del movimiento de Sadr.
El mensaje añadió que Maliki confesó que existió una cooperación secreta entre la inteligencia estadounidense y el movimiento de Sadr, aunque esta milicia rebelde shiíta protagonizó este año dos rebeliones armadas contra las fuerzas de ocupación.
Las milicias de Sadr, un joven clérigo muy popular entre los shiítas iraquíes más humildes, promovieron levantamientos armados contra las fuerzas estadounidenses en abril y en junio último. Sin embargo, el lunes comenzaron a entregar sus armas al gobierno interino iraquí en virtud de un acuerdo de paz que contempla compensaciones monetarias y una tregua en los combates en el barrio shiíta Sadr City de Bagdad.
En tanto, los secuestradores del ingeniero británico Kenneth Bigley, decapitado la semana pasada luego de tres semanas de cautiverio, se deshicieron el viernes del cuerpo en una zona del sur de Bagdad, anunciaron ayer fuentes próximas a los insurgentes. Bigley, de 62 años, fue ejecutado el jueves último por los seguidores del extremista jordano Abu Musab al Zarkawi, y una cinta de video con imágenes de su muerte fue entregada a un canal de televisión árabe al día siguiente.
Fuentes de la insurgencia dijeron la semana pasada que Bigley fue decapitado en la localidad de Latifiya, situada a unos 35 kilómetros al suroeste de Bagdad. Estas informaciones no han podido ser confirmadas.
Bombardeo en Falluya A su vez, la aviación de EEUU bombardeó en Falluya una supuesta central del grupo terrorista encabezado por el jordano Abu Mussab al Zarkawi, informó ayer el mando militar norteamericano en Bagdad. Según el ejército de EEUU, el ataque aéreo fue un "golpe de precisión exitoso" que destruyó un lugar de reunión que desde hace más de un año estaba bajo control de la organización terrorista, ubicado en esa ciudad, a unos 60 kilómetros al oeste de Bagdad.
Testigos, por el contrario, aseguraron que había sido bombardeado un restaurante. El dueño del local dijo que las bombas arrojadas desde los aviones habían matado a dos vigilantes. El restaurante estaba cerrado en el momento del ataque aéreo, explicó. (Télam y DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El gobierno iraquí señaló que está en control de las instalaciones nucleares. | | |