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 miércoles, 13 de octubre de 2004

En enero llegaron a Rosario desde Estados Unidos
La UNR recibió 13.500 libros que ni siquiera fueron desembalados
Las cajas con los textos, valuados en u$s500.000, están desparramadas en un salón de Bioquímica

Eugenia Langone / La Capital

En la biblioteca de la Facultad de Bioquímica de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) hay más de 13.500 libros, a los cuales ni docentes ni alumnos pueden acceder desde hace 10 meses porque están apilados a un costado de la sala de lectura. Se trata de material en inglés sobre química, física, matemática, biotecnología e informática que fue donado por la Sociedad de Química de Estados Unidos y que cuestan más de medio millón de dólares. Pese a su valor académico y económico, en la casa de estudios aseguran que "recién tendrán un lugar adecuado el año próximo cuando se inaugure la nueva biblioteca". La decana de la facultad, Claudia Balagué, aseguró que el material ya fue "inventariado y catalogado", sin embargo La Capital constató que las cajas se encuentran aún cerradas y apiladas a un costado, en un virtual estado de abandono desde enero de este año cuando llegaron a Rosario.

La gestión para obtener la donación de los libros comenzó el año pasado y la iniciativa fue de Claudio Salomón, profesor e investigador del Departamento de Farmacia de la facultad. "Mi pedido era más modesto y sólo solicité unos 10 títulos, pero la respuesta fue una oferta de 20 toneladas de libros relacionados con las ciencias químicas. Además, ellos se hacían cargo de todos los gastos de traslado hasta la puerta de la facultad", relató el docente.

Es más, la propia decana de la facultad confirmó que "el costo de la donación para la Universidad fue de cero peso". Pese a eso, los libros continúan apilados en cajas en la biblioteca de la facultad, tal cual llegaron desde Estados Unidos en enero pasado.

Balagué destacó todo el tiempo "la importancia de este material porque está actualizado y es información útil en diferentes disciplinas, como toxicología, alimentos, computación y fundamentalmente química, que es la base de todas las carreras de la facultad".

Y a la hora de explicar los motivos del estado actual de los más de 13.500 volúmenes, la decana señaló que "el llamado proceso de patrimonio tiene ciertas cuestiones que son muy engorrosas" y explicó: "La UNR a través de su Oficina Patrimonial tuvo que hacer un registro del material y este proceso terminó recién cuando el Consejo Superior de la Universidad hace suyo el material y aprueba el ingreso de los títulos a su patrimonio".

"Todo este proceso lleva su tiempo y además no hay estanterías suficientes para ubicar estos volúmenes que ya están inventariados y catalogados", se excusó Balagué, aunque adelantó que "el material tendrá un lugar adecuado el año próximo cuando se termine la obra de la nueva biblioteca centralizada".

Pero La Capital recorrió la facultad y constató que el centenar de cajas con libros se encuentra apilado sobre el fondo de la sala de lectura, e incluso la mayoría está cerrada tal cual llegó hace nueve meses desde Estados Unidos, por lo que resulta difícil pensar que se haya realizado un registro del material.

Además, recibir una donación de este tipo no es habitual y, según indicó Salomón, "no se conoce en el país un caso así, con esta cantidad de material y sin costo alguno". A lo que suma también que la facultad tiene disponible en su presupuesto sólo unos 7 mil pesos anuales para la compra de libros específicos, lo que tampoco permite una gran adquisición porque cada título nacional cuesta unos 100 pesos y hasta 250 pesos los importados.

Por eso, el hecho de que los 13.500 títulos lleven diez meses en espera llama la atención. Sobre todo, cuando entre los volúmenes recibidos hay títulos únicos en el país y publicaciones científicas que son inaccesibles de otro modo, como es el caso de de la revista "Química Analítica" (sus ediciones desde 1948 a 2001 fueron aportadas por la Universidad de Iowa, Estados Unidos).

"Este material va a convertir a la biblioteca de la facultad en una de las más completas del país en el área de química", aseguró Salomón. Ahora sólo resta esperar que las autoridades de la casa de estudios y de la Universidad les den a estos documentos el lugar que corresponde.

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Desde la facultad dicen que los libros ya fueron catalogados.

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